Es difícil imaginarse que se puede hacer una boda entre placas solares, sí, ya lo sabemos. Nosotros tuvimos la misma sensación que vosotros al pensar en esta idea por primera vez, pero uno de los valores de nuestro trabajo como wedding planners and designers es saber adaptar los espacios, por inusuales que sean, para conseguir celebrar en ellos una boda… y como ejemplo, esta que organizamos en Lleida este pasado verano.
Para los que nos sigáis hace poco o no la hayáis visto, el año pasado hicimos una boda en una nave industrial, aquí podéis ver las fotos de esta boda tan especial para nosotros. No todos los espacios donde hacemos nuestras cuentibodas son lugares al uso. Hemos trabajado en muchos espacios que no eran los habituales para celebrar bodas, lugares que hemos tenido que adaptar y rediseñar de forma que puedan albergar allí una boda y una fiesta, ¿y sabéis qué? Nos encanta hacer cosas así.
La idea de esta boda que os traemos hoy surgió cuando los novios nos contaron que tenían una finca familiar bastante grande. El reto era conseguir un espacio suficiente para hacer la cena, otro espacio independiente donde hacer el baile y la ceremonia en un tercer lugar. Dentro de la finca había un campo ENORME con placas solares, que, aunque parecía un escenario un tanto peculiar, podía servir para ello. Y así fue. Cuentimarina lo tuvo claro cuando vió por primera vez el espacio. Este tipo de retos nos parecen siempre interesantes, nos dan la posibilidad de hacer un trabajo de diseño diferente a lo habitual. Y realmente lo que nosotros queremos es crear bodas con el sello de los novios, fieles a su personalidad y su forma de ser, y esta pareja quería casarse en un lugar familiar, sin protocolos, sin perder el sabor de una boda hecha en casa, con un toque rural muy ad-hoc.
Como añadido teníamos la complicación de tener que organizarla y gestionarla desde cero en muy poco tiempo, apenas unos meses, pero lo conseguimos! En tiempo récord!
Respecto a la deco, el plan fue montar la ceremonia en la zona de las placas solares. En el interior de la casa encontramos dos sillas antiguas que pensamos en convertir en protagonistas de la invitación, y que luego serían las sillas que darían asiento a los novios en la ceremonia.
Cuando los invitados llegaban a la finca dos tractores del padre de la novia les daban la bienvenida, seguramente es el bodegón de bienvenida más grande que hemos hecho nunca! Aunque nos costó un poco convencer al padrino de que nos los prestase porque no estaba muy seguro de que esto pudiese funcionar pero cuando vió cómo les gustó esta zona de bienvenida a los invitados hasta nos hizo un guiño. Ya que teníamos tractores a mano, había que fardar de ellos, no?
Usamos cajas de madera antiguas de fruta decoradas con flores en colores vibrantes para dar color a ese escenario, sillas de madera de tijera para los invitados y las dos sillas de la ilustración de la invitación de boda para los novios eran todas las piezas de decoración de la ceremonia. Colocamos también una mesa con limonada fresquita para que los invitados se refrescasen mientras esperaban la llegada de los novios.
Lo cierto es que esta boda tenía muchas cosas atípicas. Los novios decidieron vestirse en habitaciones contiguas y verse antes de llegar a la ceremonia; eso que se llama first look y que habréis visto en muchos blogs de USA. Sus dos hijos pequeños compartieron protagonismo con ellos en la boda, los cuatro llegaron juntos a la ceremonia.
Hablando de peques, para los niños de la boda preparamos una sala de juegos, en muchas de nuestras cuentibodas preparamos y decoramos un espacio para que los niños jueguen a su aire, no hay que olvidar que una boda son muchas horas y que se acaban aburriendo…
Para la cena, dispusimos una gran mesa alargada que decoramos también con flores llenas de color y velas. Como la cena era al aire libre y tipo cocktail y queríamos conseguir un ambiente distendido contratamos un grupo de música en vivo, exitazo! La música en directo en cenas al exterior siempre es un acierto.
Para el baile habilitamos otra nave de la finca. Montamos en su interior un chill out con palets y bobinas de cable como mesas. Nos encanta el look del baile en la nave, ese techo tan alto, las vigas, el ladrillo de las paredes… este estilo industrial que ahora está tan de moda!
Así que si estáis buscando ideas para hacer una boda diferente, en un espacio poco habitual y con un estilo que fusione lo industrial con lo rural, seguro que esta boda os sirve como inspiración. ¿Os ha gustado esta idea para celebrar una boda nada al uso? Hasta el próximo post, muua!
* Esta boda le encantó al equipo de Lucía se Casay la publicaron hace unas semanas en su web *
Fotos Iolanda Sebé, vestido Otaduy, diseño de la invitación: Srta. Edwina para Bodas de Cuento