Una breve visita al Huay Xai

Como parte de un crucero por el río Mekong el año pasado, paramos con mis padres en el pequeño pueblo laosiano de Huay Xai.

Situado justo enfrente de Chiang Khong, un pequeño pueblo tailandés que forma parte del famoso triángulo de oro, su vecino del otro lado de la calle no es muy visitado, al igual que ciudades como Savannakhet, a donde la mayoría va principalmente para obtener sus visas.

Pequeño punto en el paso fronterizo entre Tailandia y Laos

Antes de unirnos al Huay Xai, tuvimos que llegar a Laos desde la ciudad de Chiang Khong. Generalmente, la gente toma un transporte desde Chiang Rai, a 100 km de distancia. Encontrarás autobuses locales que viajan a Chiang Khong por 65 Bahts.

A este ritmo, serán pequeños autobuses locales, con paradas frecuentes y con un confort limitado, que contarán con facilidad entre 2 y 3 horas para realizar este viaje. Esto es para obligarte a pagarle a Tuk Tuk para que termine el viaje.

El cruce por el puente genera costos, ya que no se puede cruzar a pie, por lo que es necesario tomar un transbordador, generalmente con capacidad de hasta 25 bahts.

Planee cambiar dólares de antemano para pagarse usted mismo los $30 de la visa laosiana. Perderás a cambio si lo pagas en Bahts (no olvides tener una foto de pasaporte, con un fondo blanco recomendado).

Si aún no tiene un Kip, la moneda laosiana, puede cambiar en el paso fronterizo, de lo contrario no se preocupe, puede utilizar sus Bahts en el Huay Xai.

La lanzadera que cruza el puente lo dejará en la terminal de autobuses 4 km después del cruce fronterizo. Luego quedarán 7 km para llegar al centro del Huay Xai. Un Tuk tuk estará listo para llevarte allí, depende de ti usar tus habilidades de negociación.

La ventaja de llegar con varias personas es que habrá una manera de bajar el precio ya que el tuk tuk será rentable en el número. En mi caso, me parece que habíamos pagado 80 Bahts por persona.

Huay Xai, un pequeño pueblo típico de Laos

¿Típico? Sí, yo diría, tranquilo, polvoriento, sin ser peyorativo, esto es lo que caracteriza a las ciudades y pueblos en general en este país, que es mucho más pobre que Tailandia. Al cruzar la frontera, el contraste es llamativo. Mucha gente lo adora por eso y por eso considera a Laos como "más auténtico".

No voy a volver a este debate sobre la "autenticidad", ya que no es el tema aquí, sino que ustedes simplemente resumen lo que se puede hacer en el Huay Xai, que se pronuncia Houai Saï.

Fuerte Carnot

Después de dejar nuestras cosas en nuestro hotel, nos dirigimos a Fort Carnot.

El fuerte fue construido por los franceses a principios del siglo XX, poco después de la integración de Laos en Indochina. Situado en lo alto de la pequeña colina con vistas al Huay Xai y su vecino en Tailandia, era un puesto de observación ideal.

Se trata de un fuerte que nunca ha sido un centro importante, dada la falta de actividad militar en la zona. En su apogeo, sólo había unos pocos oficiales franceses y una treintena de soldados estacionados aquí (en su mayoría alistados laosianos y vietnamitas). Una vez que Laos obtuvo su independencia en 1954, Laos se hizo cargo por primera vez del fuerte para utilizar el edificio como hogar.

El aire de nada, Fort Carnot es el edificio militar colonial mejor conservado de Laos, muchos otros han sido destruidos. La estructura está claramente en ruinas a pesar de un intento de restauración en 2011. Árboles altos suben por las paredes y hoy en día no hay mucho que ver, sobre todo porque el interior estaba cerrado para el acceso.

Un lugar desconocido

Es un lugar desconocido (¡ni siquiera está indicado en Google Maps!), lo había oído en la casa de huéspedes, y si no es un lugar excepcional, siempre hay la satisfacción de estar solo y la escalada es una buena manera de hacer ejercicio y tener una vista parcial de Tailandia.

Todavía es un posible paseo, que permite conocer a sus habitantes. En la curva de una calle, nos encontramos con uno solo de ellos, que hablaba un francés impecable, ¡aunque dijo que nunca antes había vivido en Francia! Incluso nos invitó a tomar una copa en su mesa, ¡la bienvenida laosiana en todo su esplendor!

Camine a lo largo de la calle principal a lo largo del río como si estuviera regresando a la terminal de autobuses (es decir, hacia el sur). Pasarás delante de una escuela secundaria y luego de la oficina de correos, luego encontrarás un poco más a la izquierda un camino de tierra un poco más empinado para subir allí.

En busca del mercado de Huay Xai

Siguiendo el consejo del simpático caballero francófono, intentamos llegar al mercado del Huay Xai. Tengo mercados en general, porque es un buen lugar para conocer gente y empaparse de un ambiente puramente local.

Desafortunadamente, las instrucciones para llegar eran bastante vagas y casi no tenía ni idea de dónde estaba... Para empeorar las cosas, las pocas personas a las que pregunté no parecían entender lo que estaba buscando o confirmaron la dirección sin más detalles....

Y finalmente, "por último, pero no menos importante", el calor de marzo no empujó demasiado el deseo de caminar en medio de un convicto....

El templo del cerro Huay Xai: Wat Chomkao Manilat

El otro punto de visita "importante" al Huay Xai es su templo en otra pequeña colina. Después de la caminata de regreso por la carretera principal, a lo largo del río, nos encontramos al pie de la colina. El acceso es por el sendero que conduce a los barcos de crucero.

Una escalera bordeada clásicamente por Nagas (la serpiente mitológica del budismo, una especie de dios de los mares y ríos, que protegió al Buda del mal tiempo durante su larga sesión de meditación).

Los monjes estaban barriendo la escoba, una actividad clásica en un templo por la tarde. El templo en sí mismo es muy colorido, no particularmente memorable, pero es sobre todo la vista del río y de Tailandia lo que da el encanto, que es aún más cuando el sol poniente, ruborizado, llegó a perfeccionar la imagen.

Algunos monjes, la mayoría jóvenes, iban a la zona antes de entrar en el templo en el momento de la oración. Un cartel indica el Fuerte Carnot a 900 m, prueba de ello es que no es necesario bajar de la otra colina para llegar al templo (después la distancia es la misma).

El ambiente es tranquilo y aparte de un pequeño grupo de turistas y 2/3 de curiosos, no mucha gente vino a perturbar este momento de serenidad.