Una chica universitaria

Bueno ya puedo decir oficialmente que tengo una chica universitaria. Se acabó el colegio, el instituto y ahora toca formarse para ser una buena profesional.

En septiembre comenzarás tu doble grado en publicidad y relaciones públicas y marketing e investigación de mercados.

No tengo palabras para describir como me siento, porque no se puede estar más orgullosa de ti vida mía.

Te deseo que se hagan realidad todos tus sueños, y que la vida te sonría porque te lo mereces y mucho. Y si a veces te da tormenta, no te preocupes que aquí estará tu madre siempre, siempre, mientras Dios me de salud y fuerzas para ayudarte y apoyarte, para animarte y empujarte, para hacerte reir con mis payasadas y para cabrearte con mis tontunas que me dan a veces.

Con tus notas, con tu talento podías haber estudiado lo que te hubiera dado la gana, eres excelente en letras, eres excelente en ciencias y en artes, pero te has decidido hacer publicidad y marketing y en cierto modo yo me siento culpable, porque es lo que has visto en casa en los últimos 10 años.

Para mí es un orgullo llevarte a mis eventos, compartir contigo esos momentos locos en el coche cantando “I will Survive” de Gloria Gaynor o discutiendo por la letra de Maluma y los cuatro.

Entramos en la recta final, y si a mí se me han pasado volando estos dieciocho años, imagínate como se nos van a pasar los cinco que quedan para que pongas un pie en el mundo laboral.

Te quiero y te querré siempre.

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