Si algo caracteriza a este blog es que pretende mostrar un estilo de vida familiar basado en la atención educativa a mis hijos y que cuida de manera especial el desarrollo de sus emociones, para que esos niños felices que son hoy, que viven rodeados de cariño y seguridad, puedan crecer en su individualidad e interacción con el mundo de igual forma: seguros, confiados, positivos y felices. Y una de las claves para mi familia reside en su AUTOESTIMA. Me gusta fomentar su motivación mediante el uso del elogio, ya os lo comenté en otra ocasión aquí.
Habéis visto que suelo recurrir mucho a valorar todas sus genialidades por encima de cualquier error propio de quien está aprendiendo. Y sin duda creo que el elogio reafirma el propio valor que tienen de sí mismos. A veces leo textos que invitan a frenar el uso del elogio por temor a desarrollar niños engreídos, o lo que es peor, condicionarlos como a los perros de Pavlov, dada una cierta tendencia actual a rechazar el conductismo psicológico.
Tengo 9 años de experiencia en el uso del elogio como parte de nuestra educación familiar. Y es justo y necesario que exponga aquí mi apoyo total a este uso. Una a veces ha de arriesgarse sin saber qué obtendrá con una forma de educar, pero lo bueno es que el tiempo te demuestra si tu apuesta fue acertada o por el contrario debes reflexionar en tus pensamientos para reconducir una estrategia. Gracias a mi hijo sé que yo sí seguiré haciendo uso del elogio para favorecer el desarrollo de la autoestima de mi hija pequeña. Veo más aprendizaje en mi hijo al respecto del que yo tuve durante muchos más años. Y me demuestra constantemente que es posible encontrar ese equilibrio saludable de quien sabe apreciar el valor de uno mismo en lo más profundo de su ser con agradecimiento a lo que recibe de los demás, y sin necesidad de mostrar su valor por encima del de otros.
Si a mediodía era yo la que lo sorprendía a él valorando con elogio su esfuerzo por superar aquellos retos emocionales a los que se enfrentaba, anoche la que se fue a dormir dulcemente fui yo…
Los niños parten de un talento innato para muchas cosas: psicomotricidad, intelectual, artístico, social… pero nosotros como padres, y la sociedad, podemos influir en ellos a través de la educación para transformar su día a día en un juego en el que con:
- cariño
- imaginación
- flexibilidad
- aprendizaje
- desafíos
- emociones
- sorpresas
- sentimientos
puedan desarrollar su camino hacia el éxito basado en:
- la autoestima
- el equilibrio emocional
- la constancia
- la superación de uno mismo
- la búsqueda de su excelencia
- el orgullo de un buen hacer
- la tolerancia hacia el otro
He pensado mucho sobre el desarrollo de la autoestima siempre, primero en mí misma, y luego cuando me convertí en madre. Y creo que hay que cuidar mucho esta clave. Observo a mi hijo y creo que parte de su éxito proviene del desarrollo de su propia autoestima: es positivo respecto a la vida y se muestra curioso; se siente querido por sus amigos y compañeros, que lo respetan y a quienes respeta; escucha y habla; tiene sentido del humor; es capaz de tomar la iniciativa; es colaborador y solidario; se siente orgulloso por lo que es capaz de crear por sí mismo; tiene mucha capacidad de crítica: no todo ni todos le valen, sino que selecciona con gran criterio para desechar lo que no tiene valor añadido moral para él; además es un niño seguro y confiado.
Este año además está recibiendo numerosos elogios desde la escuela, y escucharlo mientras me los cuenta me hace observar lo mucho que lo está reforzando también en su autoestima. Me llena de orgullo ver que lo está alimentando internamente, y que está sacando aún más toda esa capacidad propia para superarse sin en absoluto tener la necesidad de superar a nadie. Es algo que está reforzando mi teoría de que es posible hacer uso del elogio de forma saludable. Porque como os comenté aquí: quien se guarda un elogio, se guarda algo ajeno, tal y como decía Picasso.
En fin, que no tengo nada más que decir que: si sois unos padres que cuidan y prestan mucha atención al desarrollo de la autoestima de vuestros hijos estoy segura de que vais a recoger los mismos frutos que yo estoy recogiendo. Así que prestad mucha atención a todo lo geniales que son vuestros hijos, y no dudéis en hacérselo saber. Y fortaleceros en vuestra propia autoestima al ver en lo que se están convirtiendo vuestros hijos.
¿Prestáis mucha atención al desarrollo de una sana autoestima? ¿Sois partidarios del uso del elogio?
NOTA: Vuelvo el lunes con más artículos en este blog, mientras tanto, podréis encontrarme en las redes sociales