Hola a todos, esta vez os propongo una fácil y deliciosa receta que pusimos en práctica por primera vez la nochevieja pasada. ¿Y de dónde sale? pues de un libro de recetas de cremas y natillas que Miss Panda me obsequió en 2012 y que aún no habíamos utilizado y ha resultado ser un error, porque son super sencillas y super ricas. ¡Vamos con la primera!
Ingredientes para 6 raciones:
- 3 manzanas grandotas o 6 pequeñas.
- 25 g de mantequilla.
- 120 g de azúcar glas.
- 120 ml de leche.
- 350 ml de nata líquida (el porcentaje de grasa el que queráis, nosotros utilizamos de cocinar).
- 4 yemas de huevo.
- Una cucharadita de extracto de vainilla o, si nuestra economía está boyante, 1/2 vaina de vainilla.
Preparación:
1- Pela y limpia las manzanas y córtalas en gajitos finos, que así se harán antes.
2- Haz caramelo con 50 g de azúcar glas. Que no quede muy oscurito porque amarga algo.
3- Añade la mantequilla y luego los gajitos de manzana poco a poco, si lo pones todo de golpe la temperatura del caramelo bajará muy repentinamente y solificará, y tiene que estar líquido. Ponlo a fuego lento y cuece las manzanas así durante unos 5 minutillos. Cuándo estén listas, vence la tentación de comértelas así, y reserva las manzanas.
4- Por otro lado, mezcla el extracto de vainilla con la leche. Si te has decantado por la media vaina, calienta la leche y ponle las semillas de vainilla para que coja sabor. Para sacarlas, corta la vaina longitudinalmente y raspa las semillitas.
5- Bate las yemas con los 70 g de azúcar restantes hasta que estén blanqueadas.
6- Ahora añade la nata, mezcla bien y cuando lo tengas, ponle la leche con la vainilla, mezcla y deja enfriar en la nevera un par de horas al menos.
7- Precalienta el horno a 90 ºC (esto es para que la crema no cuaje del todo).
8- Reparte las manzanas en 6 recipientes no muy grandes ni muy altos y añade también la mezcla de las yemas y los lácteos. Pon los recipientes en una placa de horno con agua, para que se haga al baño María, y métela en el horno durante una hora.
9- Deja enfriar un poco y ¡a dentro!
Puedes espolvorear con azúcar moreno cada cuenquito y caramelizarlo con un soplete, pero si no tienes gas o ganas, están ya suficientemente ricas así.