Me quito el sombrero con esta acción que ha realizado la agencia BAR Lisboa para la ONG Inspirit, en la que una simple degustación de un nuevo producto acaba en fracaso total. O no.
Resulta que la gente que pasaba por allí se animaba a probar un nuevo chocolate que se promocionaba gracias a la complicidad de las chicas del stand, pero una vez el chocolate en la boca el sabor no era el que esperaban. Al ver la mala cara y los gestos de asco que hacen las víctimas, las chicas del stand preguntan que a qué sabe, coincidiendo todos en la misma respuesta: amargo.
La campaña, llamada “Lo que es dulce aquí, para estos niños es amarga”, deja con la boca abierta al 100% de los participantes y con el corazón en un puño. El objetivo de la campaña es recaudar fondos para la construcción de cinco escuelas para niños que son víctimas del trabajo infantil, y muchos de ellos presentes en los campos de cacao de Costa de Marfil.