Al hilo de un comentario de la señora Botella, político en ejercicio y esposa del expresidente Aznar: “Los recursos del planeta han de estar al servicio del hombre y no al revés”, me permito “incrustrar” en mi blog este trabajo, no reciente, pues es del año 2008, pero me parece que sigue siendo muy válido para la realidad presente. Estamos en la cultura de usar y tirar, pero esto no es un periódico, aquí no hay noticias que se quedan viejas, aquí hay ideas dignas de ser tenidas en cuenta.
La obra Hacia Una Economía para la Vida de Hinkelammert y Mora constituye una crítica sustantiva al capitalismo y al mercado globalizado. En efecto, los autores señalan que “ese nuevo orden se legitima tautológicamente gracias al implacable poder que lo sostiene” y advierten su capacidad destructora de las condiciones de posibilidad de la vida a partir del socavamiento de las dos fuentes esenciales de toda riqueza: el ser humano y la naturaleza exterior. Ese socavamiento se hace global por los efectos indirectos de la globalización de las relaciones mercantiles y de la acción fragmentaria, y se hace evidente con la exclusión global y la crisis del medio ambiente, las cuales muestran la capacidad que tiene el capitalismo globalizado de poner en peligro la reproducción de la vida humana. A partir de esta crítica se formula la necesidad de recuperar el sujeto y el sentido de la Vida, de construir una sociedad poscapitalista donde quepamos todos, de reformular la economía en función de la satisfacción de las necesidades humanas y de la reproducción de la vida, y en última instancia, de desarrollar un proyecto alternativo.
www.riless.org/otraeconomia/juan2.pdf