Estas extraordinarias memorias recogen los diarios, cuentos, cartas y esbozos de Esther. Además, las fotografías y escritos de su familia y amigos ayudan a narrar su historia, un testimonio conmovedor sobre el poder de la vida.
Opinión personal: He de confesar que esta clase de libros no son, generalmente, de mi agrado. Luego de leer "El diario de Anna Frank" no me quedaron ganas de leer nada semejante porque me parecía demasiado aburrido y tedioso. Extrañamente, eso no me ocurrió con este libro.
Comencemos entonces con la reseña.
Hablando de trama, creo que no tengo mucho que decir. Como muchos de sustedes sabrán, este libro está basado en un hecho completamente real y, si bien sospecho que muchas cartas y conversaciones de internet estuvieron algo retocadas con el fin de hacer más entrañable el libro, sin lugar a dudas es un escrito cuya trama no puede ser juzgada del todo. Si lo tratáramos como un libro de ficción, debería decirles que me encantó de principio a fin, que no hubo nada que no me gustara. Se preguntarán por qué. Bueno, es simple. La forma de ser de Esther es demasiado real, demasiado humana, demasiado tangible. Incluso las entradas de sus padres en la página dedicada a las notificaciones que se daban sobre su estado de salud, me parece que son reales y vibrantes. Nos muestran el mundo REAL, la enfermedad sin reservas. Con miedos a la muerte, reclamos a Dios, exigencias de por qués, llantos, desesperación y si, también esperanza.
Pero como este no es un libro parecido a los demás no puedo desglosarlo de la misma manera meticulosa que hago con los demás.
Creo que muchas cosas me han gustado de este libro. Desde la portada (aunque me parece mejor la del libro en inglés), hasta la forma en que está relatada cronológicamente por cartas y diarios, conversaciones de internet, entradas de blogs y transcripciones de videos de Youtube. No tiene un contenido demasiado rebuscado, nada de frases compuestas y muy pensadas. Este libro es más bien espontaneo y emocional. Muestra lo que cada uno sentía en determinado punto, llámese Esther, Lori o Abe.
Todos aquellos que conocíamos a Esther gracias John Green sabíamos de antemano de qué iba la historia pero, al menos yo no me esperaba, toparme con la Esther real. Todos veían el ícono en que se había convertido, la chica perfecta, valiente y sonriente que recuerdan de su videoblog, de sus entradas escritas y esos asuntos. Creo que este libro nos demostró que detrás de todo eso también había frustración y vulnerabilidad. Creo que esa es mi parte favorita del asutno.
Agradezco que el señor Green haya quedado al márgen de todos estos asuntos. Me preocupaba un poco que quisera cierto protagonismo, que la mayoría de los capítulos o partes hicieran referencia a su amistad, que si bien fue entrañable, me parece que no fue tan constante como debería haber sido. Al contrario de eso, sólo vimos unas cuantas menciones y se agradece que se pudieran centrar en el tema principal del libro: Esther.
Creo que en términos muy generales es un libro que vale la pena leer para hacernos más humanos, para sentirnos más reales. Por si fuera poco, las fotografías junto con los dibujos de Esther hacen de todo esto un objeto personal que nos es entregado para nuestro deleite.
Recomendado para todas las personas con un corazón medianamente fuerte porque, sin lugar a dudas, el resto necesitará una caja entera de clinex... o dos.