Explotación de Cemento Cosmos cuyo frente norte está muy próximo a Cova Eirós. Foto: SALVEMOS CABANA.
Cova Eirós (Triacastela, Lugo) alberga la muestra de arte rupestre más antigua del Noroeste Peninsular documentada hasta la fecha y es uno de los yacimientos paleontológicos con restos de oso cavernario más importantes de la Península Ibérica. Pese a estar considerado como la joya de la arqueología y la paleontología de Galicia, diversos colectivos alertan de que el conjunto se encuentra amenazado. El origen de ese peligro lo sitúan en una explotación minera que, tras diez meses paralizada, en las últimas semanas recibió un controvertido permiso para retomar la actividad.Cementos Cosmos, del grupo brasileño Votorantim, explota desde 1978 una cantera de extracción de roca caliza cuyo frente norte se encuentra muy cerca de Cova Eirós y la propia Administración gallega reconoce, en un informe de de la Dirección General de Patrimonio Cultural, el "alto riesgo" que supone para la conservación del yacimiento el uso de explosivos de la explotación.
Al mismo tiempo que asume ese peligro, el mismo informe emite un dictamen favorable a la legalización de la cantera, siendo uno de los documentos en los que se basa el Ayuntamiento de Triacastela para darle permiso de actividad. Tras conocerse su contenido, se ha reavivado la polémica sobre la idoneidad en la que la asociación Salvemos Cabana alerta de que Cova Eirós "está seriamente amenazada" por la cercanía de la actividad extractiva: el uso de explosivos "ha deteriorado la integridad de la cueva" y han aumentado los niveles de humedad, "que son muy perjudiciales" para la conservación de las pinturas rupestres.
NUEVOS HALLAZGOS EN COVA EIRÖSCerrada oficialmente la octava campaña de excavaciones arqueológicas de Cova Eirós, la más corta de las que se han realizado hasta ahora en el yacimiento paleolítico de Triacastela -a causa de los recortes presupuestarios-, el resultado ha sido notablemente fructífero y los investigadores pudieron realizar más de seiscientos nuevos registros arqueológicos, que comprenden numerosos artefactos líticos y fósiles de animales.
Tal como esperaban los responsables de las excavaciones -encuadradas en el proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño», coordinado por la Universidad de Santiago-, la gran mayoría de estos materiales corresponden al Paleolítico Medio o Musteriense, la época del hombre de Neandertal. En las anteriores campañas ya se excavaron casi por completo los niveles arqueológicos superiores del piso de la cueva, correspondientes a épocas menos antiguas. La mayor parte lo que se ha estado desenterrando estos días pertenece a los niveles catalogados como 3 y 4, que según las dataciones radiométricas tienen respectivamente en torno a 84.000 y 118.000 años de antigüedad. Ambos niveles corresponden a ocupaciones neandertales.