Festival de San Sebastián 2017. Horizontes Latinos. La novia del desierto. En un certamen de cine de una semana de duración siempre coinciden en horario películas que a uno le apetece ver. En esos casos hay que optar por una de ellas y rezar para que la elección haya sido un acierto porque la alternativa o se tardará en ver o bien se perderá en el limbo de los largometrajes que nunca llegarán a las pantallas comerciales. En el Zinemaldia este debate se centra entre las cintas a concurso y Perlas, por eso, el escoger aquel día un trabajo que suponía una incógnita y que, además, pertenecía a la sección de filmes latinoamericanos era una apuesta arriesgada por partida doble.
El temor inicial a haber metido la pata se fue transformando en atención, esa atención dio pie al interés y el interés mudó en emoción. La sensación de haber encontrado una perla, compartida con todo ese público que se había adentrado en esta aventura sin saber con qué se iba a topar, es algo que cada vez se da menos en la vida de quien engulle las películas como si fuesen gildas (permítase el símil con la banderilla de guindilla típica de Donosti bautizada en honor a Rita Hayworth).
La clave, la sencillez con la que Cecilia Adán y Valeria Privato narran la preciosa historia de una mujer madura que ha de perderse en el desierto para encontrarse a sí misma. Algo solo posible gracias a la presencia de una fantástica actriz, Paulina García (la inolvidable Gloria) y su compañero de reparto, el estupendo Claudio Rissi.
Teresa, empleada de hogar, a los cincuenta y cuatro años y tras décadas trabajando para la misma familia en Buenos Aires ha de dejar su rutina para trasladarse a otra casa a cientos de kilómetros de distancia. El abandono de su zona de confort le producirá un shock tremendo cuando una gaviota estropea su autobús y le obliga a enfrentarse a sus propios fantasmas en mitad de un territorio inhóspito. Aunque su miedo más cerval surge al descubrir que hasta entonces no había vivido para sí misma.
Esta maravillosa película se encuentra trufada de virtudes. Concisión y virtuosismo narrativo. En apenas setenta y ocho minutos se cuenta toda una existencia, con el uso inteligente de flashbacks y un montaje sobrio, delicado, invisible. Conceptualmente, la evolución del ánimo de Teresa recorre, paralelamente, las localizaciones oscuras del inicio que se van transformando en la luminosidad y el brillo de espacios abiertos. El uso de grandes planos generales seduce a la mirada atenta de la misma manera que la exquisita composición de los encuadres en los que la protagonista siempre aparece físicamente en el centro; es la pieza sobre la que pivota todo el relato. En uno de los momentos más sublimes se mira en un espejo retrovisor, se suelta el pelo, se observa y le gusta lo que ve; una mujer hermosa, segura de sí misma. El rostro, los gestos de Paulina García sin necesidad de palabras, pura emoción, cine con mayúsculas.
Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos
Copyright imágenes © Ceibita Films, El Perro en la Luna, Haddock Films. Cortesía de Golem Distribución. Reservados todos los derechos.
La novia del desierto
Dirección: Cecilia Adán y Valeria Privato
Guión: Cecilia Adán y Valeria Privato, con la colaboración de Martín Salinas
Intérpretes: Paulina García, Claudio Rissi
Música: Leo Lujatovich
Fotografía: Sergio Armstrong
Montaje: Andrea Chignoli
Duración: 78 min.
Argentina, Chile, 2017
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