La Generalidad bajo el mandato de Artur Mas acaba de exhibir su patrioterismo ridiculo al entrometerse en asuntos ajenos a su función enviándole un “solemne mensaje de calor y solidaridad” a la cantante colombiana Shakira porque otros cuantos frikis la criticaron por interpretar una canción en catalán.
Cuando Shakira interpretó “Boig per tu” (Es por ti), del grupo Sau, los frikis del ultracastellanismo cateto, tampoco muchos, insultaron en internet a quien resulta ser novia del futbolista del Barça Gerard Piqué, y madre del hijo de ambos, Milan.
En las redes sociales abiertas sobre músicas populares hay más insultos que reflexiones lógicas: el anonimato, como el alcohol, incrementa la agresividad y convierte en injurias las fobias individuales.
Como medios de expresión nadie que se respete las toma en serio, y mucho menos debería hacerlo ninguna institución que se crea respetable.
Lo que cuenta para un artista es que la gente le muestre su aprobación gastándose su dinero, y Shakira convirtió esta canción en el número uno en todas las listas de ventas españolas.
Si la Generalidad catalana no estuviera regida por frikis parioteros y horteras disfrazados de finos amantes de la ópera, si fuera respetable, no le habría prestado atención a los insultos anónimos a una cantante ligera, pero quiere ver en los frikis contra su canción catalana una afrenta de los demás españoles y otro motivo para el independentismo.
El colmo del frikismo es un gobierno enviando solemnemente su solidaridad en rueda de prensa no sólo a la cantante, sino también a todos los jugadores y socios del Barça, heridos por los anti-Shakira. El Barça, otra víctima.
La colombiana es ahora la Cataluña ultrajada. Nuevo 1714. El bombardeo de Barcelona de 1705, por cierto, ordenado por otros catalanes.
Shakira se ha vuelto la heroína de la patriotería independentista más friki. Le erigirán monumentos.
Es de esperar que el Gobierno andaluz haga lo mismo cuando alguien insulte en internet a la ilustre Pantoja, tan madre de la Patria como padre fue Blas Infante.
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SALAS Entre tanto, en Cataluña pasa esto