Una Hora Más En Canarias

Esta comedia musical de David Serrano que se mueve entre el mundo de Woody Allen y el de Pedro Almodóvar es divertida y descarada a cual más.

Pablo (Quim Gutiérrez), un empleado de una vinacoteca en Madrid que intenta huir del acoso de su ex novia Claudia que a la vez es su jefa (Angie Cepeda). Es un tipo tan falto de personalidad que los embates de la realidad lo van moviendo a su antojo.

Resulta poco creíble a pesar de su figura, alguien tan tonto pueda generar tantas pasiones en las tres féminas que lo acompañan.
Para huir de su manipuladora y pérfida jefa, se ennovia con otra demente chica que resulta divertida en su transformación de mosquita muerta a psicópata. Elena (Miren Ibarguren), la más almodovariana de las tres, presiente el peligro que se cierne y corre tras su amado mientras intenta rescatarle del maquiavélico plan en el que le han metido Claudia y su hermana Mónica (Juana Acosta) llevándoselo con el pretexto de un negocio a las Islas Canarias.

Las actrices colombianas Juana Acosta y Angie Cepeda engalanan la pantalla con su belleza y hacen creíbles y entretenidos sus personajes, matizándolos con los dichos y modismos de dos típicas hermanas bogotanas que se mueven en la madre patria como pez en el agua.

Angie Cepeda es exuberante y peligrosamente sexy recordándonos sin perder su raíces caribeñas, a esas voluptuosas actrices europeas como Sofía Loren y Anita Ekberg.
En tanto, Juanita Acosta es una belleza tranquila que nos brinda un fantasioso número musical lleno de romanticismo que de inmediato al París de “todos dicen te amo”.

El elenco se nutre de grandes figuras del cine ibérico como Kity Manver e Isabel Ordaz en los papeles de la madre y la tía del protagonista, para cerrar este experimento divertidísimo pero no logrado del todo, en el que los números musicales aunque funcionan, no acaban de fundirse efectivamente en la historia.