Revista Cultura y Ocio

Una idea

Publicado el 10 mayo 2018 por Sofiatura
Una ideaUna idea en forma de bala fue la que mató a Jonh Lennon. Y otra muy parecida asesinó a Kennedy. Una idea con rostro de odio y destrucción fue la que accionó el botón de Hiroshima, como todas esas bombas que en un principio no fueron más que eso: ideas.
Una idea contra otra idea provocó el conflicto en Siria, al igual que en todos los lugares en los que la Guerra comenzó así: como idea.
Una sola de ellas bastó para ocasionar el desarraigo, la inmigración, la destrucción, el fanatismo, el hambre, el dolor.
Abre un libro cualquiera por una página cualquiera para que veas que la cara negra y opaca de la historia se escribe siempre a base de ideas.
Pero, afortunadamente, la cara amable también. Porque una de justicia se convirtió en la lucha de Martin Luther King. Otra muy similar hizo pensar a una mujer que ella también tenía derecho al voto. Una transformada en inspiración en las cabezas de los grandes artistas fue la que creó sus grandes obras. De la idea incrustada en la cabeza de un compositor salieron las claves de sol y las corcheas que darían paso a ese invisible espectáculo llamado música. I have a dream, Don Quijote, Para Elisa o el sufragio femenino empezaron siendo un plan, un concepto, una repentina bombilla encendida. Abre un libro cualquiera en una página cualquiera para que veas que también algunas surgieron para emborronar los capítulos de odio que escribieron las malas ideas.
Nuestras historias cotidianas con minúscula se hacen igualmente a base de ellas. Los hijos que decidimos tener son primero embriones de una idea. Nuestra profesión es producto de una idea que surgió gracias a la vocación, la necesidad, o la falta de alternativas. Una idea primigenia es la que nos lleva a un viaje, a un libro, un café, a salir, a quedarnos, a huir, a enfermar, a sobrevivir y hasta morir. La Historia con mayúscula nos ha enseñado que éstas, las nuestras, incluso tienen posibilidades de hacerse balas, bombas o guerras, si hacemos caso a las ideas que nos inyectan los de arriba. Aunque, si elegimos bien, también pueden transformarse en todo lo contrario.
Entonces, ¿qué es exactamente una idea? Un pensamiento minúsculo que implosiona en el cerebro como una palomita de maíz. Un granito que germina, que crece convertida en palabra y que más tarde se hace adulta a través de los actos, los hechos. Es, en realidad, el arma más poderosa que existe: una voz en nuestra mente que, de tener la suficiente fuerza, lo cambia todo.

Publicado el 10/5/2018



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