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Una igualdad que confirma favoritismos

Publicado el 10 junio 2012 por Marianofusco

Una igualdad que confirma favoritismos

España e Italia hicieron su estreno en el certamen inaugurando la acción del grupo C y protagonizando un encuentro cambiante y muy emocionante firmaron un empate (1-1) que en el marco de un grupo que también integran Croacia e Irlanda no hace más que confirmar sus favoritismos.

Lejos de verse ajustado a lo esperado, el guión del encuentro contempló a una selección española que se vio sorprendida por Italia, que luciendo atrevida y atreviéndose a presionar en campo contrario planteó un duelo equilibrado y abierto, en el que si bien estuvo cerca de perder también lo estuvo de ganar.

Con Cesc Fabregás ocupando un lugar en principio reservado para Fernando Torres o Alvaro Negredo, España tuvo mucho menos control del que acostumbra y vivió añorando mayor precisión, sobre todo a lo largo de un primer tiempo en el que sin terminar de hallar claridad se acercó con peligro en contadas ocasiones.

En dicho pasaje del juego se perdió casi siempre en las postrimerias el cuadro conducido por Vicente del Bosque, que confiando en la movilidad y la capacidad de asociación de sus centroampistas persistió en la busqueda de una combinación cercana al área que encontró muy pocas veces por insistir siempre por el centro, zona en la que Daniele De Rossi, líbero de la linea de tres por la que apostó Cesare Prandelli, agigantó su figura.

En ataque fue mucho mas peligrosa Italia, que sabiéndose consistente en defensa se estiró mediante Emanuele Giaccherini y Christian Maggio, que no solo estuvieron en cancha para contener, y llevó peligro principalmente gracias a Antonio Cassano, quien con Andrea Pirlo ausente gestó las principales opciones.

Dos las terminó él, siendo una de ellas repelida por Iker Casillas. Y otra Thiago Motta, quien tras recibir un centro suyo se despachó con un cabezazo cercano que el propio Iker contuvo para evitar que España se marche a los vestuarios perdiendo.

Ya en el complemento las emociones se multiplicaron, especialmente porque con España un tanto más suelta el encuentro vivió de un ida y vuelta constante que al ser aceptado por Italia, que siguió ajustándose al mimso guión, propició un sin fin de aproximaciones para ambos lados.

Clave en España resultó Andres Iniesta, quien aunque ya había sido el mejor de su equipo en los 45 iniciales en dicho tramo hizo crecer su influencia desparramando criterio, transformándose en eje y siendo el propulsor de dos chances muy claras, una en la que remató cruzado y otra en la que asistió de Cesc.

Italia respondió mediante Mario Balotelli, quien perdió un gol increíble tras robarle el balón a Sergio Ramos, lo que hizo que Prandelli lo sustituyera por un Antonio Di Natale que siendo mucho más experiente en eso de definir frente a los arqueros le devolvió la confianza al entrenador de forma inmediata sacando provecho de una de las pocas intervenciones productivas de Pirlo, quien lo dejó cara a cara con Casillas.

En desventaja, lo positivo para España fue la respuesta rápida, traducida en una triangulación exquisita entre Iniesta, Silva y Cesc que culminó con este último definiendo ante Gianluigi Buffon y estableciendo el empate cuando los fantasmas sobrevolaban Gdansk y ya todos apuntaban la mirada hacia Torres.

Luego ingresó el “Niño” y también Jesus Navas, quien con sus arrancadas aportó frescura y desequilibrio, permitiéndole a España gozar de dominio y estar más cerca de la victoria en un final en el que el propio atacante del Chelsea perdió la chance de quebrar la paridad elevando demasiado la vaselina con la que intentó vulnerar al arquero.

Lo pudo haber ganado cualquiera, pero fue empate. Un buen empate, que a ambos les sirve de inicio para reforzar su poderío en la zona, en la que sin embargo ahora lucirá aun más expectante Croacia, la tercera en discordia.


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