Si acabas de encontrar el blog (o me sigues desde hace poco) agradecerás una introducción al minimalismo para situarte y poder entender mejor de qué estoy hablando aquí. Si te consideras minimalista con mucha experiencia, te invito a leer esta entrada como pequeño recordatorio de las bases de esta filosofía de vida. Volver a los orígenes puede ser una fuente de motivación y quizás darte nuevas ideas para adaptar el minimalismo aún mejor a tus propias circunstancias.
Sin duda, la forma más fácil de iniciarte en el minimalismo como filosofía de vida es hacer una revisión de todas tus pertenencias. Basta con que eches un vistazo a tu alrededor para darte cuenta de que no utilizas ni la mitad de las cosas que te rodean. Si incluyes el altillo y el trastero en tu revisión, te será fácil hacer una lista de las cosas que no has tocado en más de seis meses.
La pregunta es: ¿por qué las guardas?Indicaciones que te hace falta algo de minimalismo en tu vida
- ¿Te agobia estar en tu casa, en tu habitación o en tu despacho?
- ¿Te cuesta mantener el orden en tu entorno por mucho que te esfuerzas?
- ¿Pasas demasiado tiempo buscando, ordenando o limpiando tus cosas?
Si has contestado que sí a una o más de estas preguntas, tus cosas han tomado las riendas de tu vida. Como muchas personas, has estado acumulando cacharros y objetos sin deshacerte de aquellos cosas que ya no te sirven. El resultado es una sensación de agobio al enfrentarte a tanto espacio ocupado y tantas tareas de limpieza pendientes.
En realidad el problema no son los objetos, sino el efecto que tiene el exceso en tu cerebro. Cada cosa fuera del lugar o que no se ha utilizado en mucho tiempo supone un recordatorio para tu cerebro de que algo está pendiente. Esta situación genera una sensación de estrés constante que puede reducir tu calidad de vida.
Ventajas de despejar el caos a tu alrededor
Imagínate por un momento que no tuvieras que preocuparte por todas aquellas cosas que nunca usas. Tendrás que limpiar menos. Podrás ganar algo de dinero con la venta de aquellos cacharros que nadie utiliza. Además tendrás espacio para tus proyectos creativos sin invadir la mesa de la cocina (y sin tener que recoger todo a la hora de comer).
Tu casa es tuya, no pertenece a las cosas que te rodean. Tienes el derecho de reorganizar tu espacio, de despejar el caos y de aceptar en tu vida únicamente aquellas cosas importantes para ti. Tu casa no es un trastero, e tu hogar. Haz que se note quién vive ahí .
Pasos prácticos para empezar ya
Da un paso pequeño. Despejar el caos de una habitación puede ser un proyecto que ocupe todo un fin de semana. Si se trata de un piso o una casa puede parecer que necesitarás todas tus vacaciones. Para no postergar tu proyecto de mejora de vida, empieza dando un pequeño paso: no hace falta que termines todo hoy. Empieza con un cajón y asegúrate de avanzar a tu ritmo.
Da un paso más pequeño aún. Si no tienes tiempo (o si no te atreves) para organizar un cajón, deshazte de una cosa cada día. Escoger una prenda, un cacharro, un objeto de decoración que no te guste no te te llevará más de un minuto y el efecto a largo plazo te sorprenderá. Lee aquí cómo despejar el caos con la técnica de una cosa por día.
Cambia tu forma de comprar. El minimalismo te ofrece muchas estrategias para reducir el número de objetos que te rodean. Para que el efecto sea duradero hace falta que también reduzcas el número de cosas que entran en tu casa. Cuando vayas a comprar algo pregúntate: ¿Realmente quiero que esto esté en mi casa? La solución más fácil es ponerte un recordatorio en tu tarjeta de débito o crédito.
Involucra a tu familia. Si no vives sola, asegúrate de compartir tus experiencias con los demás. Concéntrate en tus cosas y comenta tus progresos con otros miembros de la familia. Cuando se trate de cosas comunes, asegúrate de que todos estén de acuerdo con el cambio. Y nunca, nunca toques las cosas de los demás miembros de la familia.
El minimalismo es una filosofía de vida que se adapta a tus circunstancias. Si puedes definir tus propias prioridades, eres capaz de enfocarte en ellas y dejar lo superfluo atrás. ¡La decisión es tuya!