Revista Salud y Bienestar
La revista Nature Neuroscience ha publicado un artículo científico realizado por investigadores de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) cuyos resultados apuntan a que la actuación sobre el sistema endocannabinoide del cerebro y sobre las proteínas implicadas en su funcionamiento “puede tener un gran valor en el tratamiento de desórdenes ligados al estrés”. El estudio “añade un conocimiento relevante al interés actual del desarrollo de nuevos ansiolíticos que actúen sobre componentes que integran el sistema endocannabinoide”, ha afirmado Pedro Grandes, catedrático de Anatomía y Embriología Humana y director del Departamento de Neurociencias de la UPV/EHU.
El científico, que junto con Nagore Puente, ha trabajado con investigadores de universidades y centros de investigación de Burdeos, Marsella y París, ha explicado que “nuestro laboratorio trabaja desde hace unos años en conocer dónde se localiza y cómo opera el sistema endocannabinoide en el cerebro de roedores”. En concreto, uno de los focos de interés de este grupo de investigación es “el estudio de los mecanismos celulares implicados en la plasticidad sináptica (cambios dinámicos que sufren los circuitos neuronales causados por la experiencia y los estímulos ambientales), mediada por el sistema endocannabinoide y cómo se alteran estos mecanismos en situaciones de estrés”.
Tal y como ha indicado el catedrático, “el estrés produce cambios en la plasticidad sináptica, provocando una desestabilización del equilibrio interno del organismo. Una respuesta adaptativa de nuestro cerebro frente al estrés, es la producción de endocannabinoides (cannabinoides producidos por el propio cerebro), con el objetivo de restablecer el equilibrio perdido”.
No obstante, cuando estas respuestas al estrés “son exageradas, inapropiadas o duraderas, la respuesta de estrés está ligada a una serie de alteraciones fisiológicas y psicológicas”. En este sentido, uno de los efectos bien conocidos del uso recreativo de la marihuana “es la sensación de sedación que produce, causando, en esencia, un efecto anti-estrés. Sin embargo, se sabe poco del modo en que el sistema endocannabinoide participa en la regulación de la respuesta al estrés, aunque sí se conocen algunos mecanismos de este sistema que intervienen en las respuestas conductuales asociadas al estrés”.
En la investigación, publicada en Nature Neuroscience, “hemos identificado los mecanismos por los que dos estímulos distintos (de corta y de larga duración) dirigidos a una misma neurona de la amígdala extendida, centro cerebral integrado en los circuitos que procesan la información de estrés, causan la producción de dos endocannabinoides diferentes”, ha señalado el catedrático.
Cada uno de estos dos endocannabinoides determina a su vez “un descenso de la comunicación interneuronal excitadora durante un corto (endocannabinoide 2-AG) o largo periodo (endocannabinoide anandamida) de tiempo. Esta modulación de la comunicación interneuronal es precisamente el proceso a través del cual nuevos fármacos podrían actuar en el tratamiento de desórdenes ligados al estrés”, ha concluido.
El científico, que junto con Nagore Puente, ha trabajado con investigadores de universidades y centros de investigación de Burdeos, Marsella y París, ha explicado que “nuestro laboratorio trabaja desde hace unos años en conocer dónde se localiza y cómo opera el sistema endocannabinoide en el cerebro de roedores”. En concreto, uno de los focos de interés de este grupo de investigación es “el estudio de los mecanismos celulares implicados en la plasticidad sináptica (cambios dinámicos que sufren los circuitos neuronales causados por la experiencia y los estímulos ambientales), mediada por el sistema endocannabinoide y cómo se alteran estos mecanismos en situaciones de estrés”.
Tal y como ha indicado el catedrático, “el estrés produce cambios en la plasticidad sináptica, provocando una desestabilización del equilibrio interno del organismo. Una respuesta adaptativa de nuestro cerebro frente al estrés, es la producción de endocannabinoides (cannabinoides producidos por el propio cerebro), con el objetivo de restablecer el equilibrio perdido”.
No obstante, cuando estas respuestas al estrés “son exageradas, inapropiadas o duraderas, la respuesta de estrés está ligada a una serie de alteraciones fisiológicas y psicológicas”. En este sentido, uno de los efectos bien conocidos del uso recreativo de la marihuana “es la sensación de sedación que produce, causando, en esencia, un efecto anti-estrés. Sin embargo, se sabe poco del modo en que el sistema endocannabinoide participa en la regulación de la respuesta al estrés, aunque sí se conocen algunos mecanismos de este sistema que intervienen en las respuestas conductuales asociadas al estrés”.
En la investigación, publicada en Nature Neuroscience, “hemos identificado los mecanismos por los que dos estímulos distintos (de corta y de larga duración) dirigidos a una misma neurona de la amígdala extendida, centro cerebral integrado en los circuitos que procesan la información de estrés, causan la producción de dos endocannabinoides diferentes”, ha señalado el catedrático.
Cada uno de estos dos endocannabinoides determina a su vez “un descenso de la comunicación interneuronal excitadora durante un corto (endocannabinoide 2-AG) o largo periodo (endocannabinoide anandamida) de tiempo. Esta modulación de la comunicación interneuronal es precisamente el proceso a través del cual nuevos fármacos podrían actuar en el tratamiento de desórdenes ligados al estrés”, ha concluido.
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