Una joven aparentaba ser discapacitada para poder aparcar cerca del trabajo

Una joven vecina de Barro ha sido propuesta por la Policía Local para una sanción de 600 euros por haber utilizado fraudulentamente las plazas para personas con discapacidad de Augusto González Besada. Según pudieron corroborar los agentes durante tres días consecutivos, la infractora aparcaba utilizando la tarjeta que estaba a nombre de esa persona y regresaba, siempre sola, al terminar su jornada laboral.
La voz de alarma partió de una denuncia vecinal, un gesto que agradece la Policía Local. "No podemos vigilar continuamente si se cumple la legalidad en estas plazas porque supone una gran inversión de tiempo y de efectivos que son necesarios para otros servicios del día a día", matiza Manuel Omil, portavoz del Cuerpo.
No obstante, cuando un particular alerta de una posible irregularidad, se establece un dispositivo de vigilancia para investigarla, que fue lo que ocurrió en este caso. A lo largo de los días 25, 26 y 27 los agentes comprobaron que la joven llegaba a la ciudad por la carretera de Vilagarcía y se dirigía directamente a las plazas reservadas a personas con discapacidad que se encuentra en Augusto González Besada, sin intentar buscar otra alternativa.
Allí dejaba el coche (con la tarjeta azul bien visible) hasta que sobre las 20.30 horas salía de su trabajo, que se encontraba a escasos metros de distancia.
Tras verificar que esta era una práctica habitual, al tercer día de aparcamiento ilegal los agentes detectaron que la tarjeta estaba a nombre de un vecino de Barro, que en ningún momento había acompañado a la joven en sus desplazamientos. Por este motivo, deciden llevarse el coche con la grúa. Cuando la chica acudió a recogerlo al parque fue identificada y notificada de que había sido denunciada por su actitud. Ante la contundencia de las pruebas, la infractora ni siquiera rechistó.
La propuesta de sanción asciende a 600 euros (200 por cada aparcamiento irregular), a los que hay que sumar los 86 euros de la grúa.
Manuel Omil destaca que "la mayoría de los conductores son respetuosos y solidarios con las plazas reservadas a personas con discapacidad". De hecho, las multas por no respetarlas solo supusieron el pasado año el 2,4% del total. En la mitad de estos casos, hubo retirada con la grúa.
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