Llaves expuestas en el Museo Sefardí de Toledo
Abarbanel, Farías o Pinedo,
arrojados de España por impíapersecusión, conservan todavía
la llave de una casa de Toledo.
Libres ahora de esperanza y miedo,
miran la llave al declinar el día;en el bronce hay ayeres, lejanía,
cansado brillo y sufrimiento quedo.
Hoy que su puerta es polvo, el instrumento
es cifra de la diáspora y del viento,afín a esa otra llave del santuario
que alguien lanzó al azul cuando el romano
acometió con fuego temerario,y que en el cielo recibió una mano.