Revista Cultura y Ocio
Cuando hace cerca de un año y medio escribí un post en el blog sobre el Allure of the Seas, no me podía ni imaginar que transcurrido este espacio de tiempo se me presentaría la oportunidad de visitarlo, tal y como he podido hacer de la mano de Nudoss y de los Barcelona Travel Bloggers. Personalmente no soy persona de mar, sino más bien de tierra adentro, pero como buena mediterránea el mar nunca deja de ser motivo de atracción, y después de ver tanta maravilla me estoy planteando apostar por hacer un crucero por alta mar.
Si buscas en el diccionario la traducción de la palabra anglosajona allure obtendrás tres acepciones: atracción, fascinación y seducción. Ese mismo orden es precisamente el del proceso que sigues cuando ves el barco de cerca y accedes a su interior. Recorrer el barco ya es en sí toda una experiencia, y si además tienes la oportunidad de disfrutar de todas las facilities que te ofrece, aún mejor.
La primera impresión que tienes al acercarte al lado de estribor desde el muelle es atracción; un enorme conjunto de “edificios de apartamentos cinco estrellas” se alza ante ti (concretamente 65 m de calado aéreo -altura desde la línea de flotación- para los entendidos), en lugar de un barco de pasajeros. La segunda es fascinación, especialmente cuando accedes al hall de entrada; algo comparable a un enorme centro comercial lleno de luces y brillos se abre ante ti, y el "factor Oh!" empieza a hacer estragos en tu interior. Por último, mientras paseas es la seducción el sentimiento que te atrapa, y automáticamente piensas que “no te importaría” pasar ahí unos días de vacaciones, por lo que vas a hablar de ello con la familia nada más llegar a casa.
El MS Allure of the Seas no tiene nada que envidiar a las más lujosas zonas vacacionales de cualquier lugar del mundo, Además de disponer de unos excelentes camarotes –la mayoría con terraza exterior o vistas al mar- te ofrece una interesante y amplia lista de actividades tanto para adultos, jóvenes como niños, a lo largo de todo el día. Puedes empezar la jornada en la Vitality at sea tonificándote en la zona de spa y gimnasio, pasar la mañana relajándote y tomando el sol en la Pool and sports zone (con cuatro piscinas y diez jacuzzis), donde los jóvenes y los más pequeños también encontrarán sus zonas específicas de juegos y deporte (pista de básquet, minigolf, tirolina, simulador de surf…), o usar tu tarjeta de crédito comprando en alguna de las lujosas tiendas duty free que encontrarás en la Royal promenade de la cubierta 5, un auténtico boulevard comercial y de paseo, donde un sorprendente bar-elevador hará que nada más verlo te recuerde una imagen de alguna película del proyecto UFO (Hi guys, this is Hollywood!). Destacar especialmente la espectacular Boardwalk, una cubierta interna abierta al mar y ambientada en los años 50s-60s, donde además de un teatro de agua, hay un precioso carrusel y una zona de ocio para los más pequeños.
También los foodies tienen su espacio en el barco. Una amplia oferta gastronómica de hasta 25 opciones diferentes contribuirá a hacer sus delicias, que podrán degustar tanto en restaurantes de cortesía como en restaurantes de especialidad, repartidos por diferentes cubiertas del barco. Uno de los espacios más atractivos es la zona del Central Park, un jardín situado en la cubierta 8 que acoge los restaurantes más elegantes del barco, y donde me llamó especialmente la atención el 150 Central Park, el restaurante más exclusivo de todos, así como el Vintages, un lugar ideal para sentarte a degustar una carta de vinos de primera categoría.
Y por supuesto, como en un megaship no puede faltar una mega entertaiment place, en la cubierta 4 encontrarás la del Allure of the Seas, con una pista de patinaje sobre hielo tanto para uso de los pasajeros como para espectáculos, un casino al más puro estilo Las Vegas y el Amber Theater, un impresionante teatro donde cada noche se ofrece un espectáculo musical basado en las famosas obras de Broadway. Además, aunque nuestra visita al barco giró en torno a un ámbito totalmente vacacional, no puedo dejar de comentar las interesantes instalaciones que dispone para eventos y reuniones de negocios en sus cubiertas inferiores, ideales para conferencias y presentaciones.
Es evidente que es algo difícil explicar con palabras las sensaciones que tienes cuando estás en el interior del barco –os lo dice alguien de tierra adentro-, pero lo que sí que está claro es que tendrás la sensación de encontrarte en una gran ciudad, a la que se le puede añadir el adjetivo de flotante, pero únicamente porque sabes que estás sobre el mar.
Según nos explicaron, la compañía Royal Caribbean Internacional dispone de 23 barcos de pasajeros en total y de otros cuatro en construcción. El Allure of the Seas (construido en los astilleros de la ciudad finlandesa de Turku), está en funcionamiento desde diciembre de 2010 y es, junto a su gemelo el Oasis of the Seas, uno de los dos barcos de pasajeros más grandes del mundo, con capacidad para cerca de 8000 personas, entre pasaje y tripulación. Aunque inicialmente solo había navegado por el Caribe, hace un tiempo la compañía apostó por traerlo al Mediterráneo, como así ha ocurrido este año, eligiendo Barcelona como puerto base dados sus muchos atractivos. Está previsto que el año que viene se una a la actual flota el Harmony of the Seas –todavía en construcción- y, lo más seguro, es que el puerto de Barcelona sea el lugar de donde parta para realizar su viaje inaugural, por lo que estaremos al caso de ir informando.
Por cierto, si eres un fan de los cruceros –tanto marítimos como fluviales- seguro que te interesará conocer la plataforma social Nudoss, donde podrás obtener información totalmente actualizada sobre cruceros y navieras, además de poder interactuar con otros cruceristas, e intercambiar opiniones y consejos mediante apps y mensajería propia.
Para saber más:
Los bloggers de Barcelona Travel Bloggers a bordo del Allure of the Seas de Royal Caribbean
Allure of the Seas