Desde principios de diciembre hasta el 6 de enero, Islandia se viste de fiesta para celebrar la Navidad. Los días son cortos, el frío, intenso, y diciembre el mes más oscuro del año, pero aun así los islandeses transmiten calidez decorando las calles con todo tipo de alumbrados. Las Luces de Adviento, coronas y candelabros de velas colocados en las ventanas de todas las casas están dispuestos para iluminar durante todo el periodo navideño.
Navidad en Islandia
La noche más larga del año, el 21 de diciembre, es el momento más esperado por los más pequeños, ya que el primero de los 13 Yulemen u “Hombrecillos de la Navidad” -que en Islandia sustituyen a la figura de Santa Claus- baja desde la montaña Bláfjöll hasta la ciudad. Día a día, irán bajando el resto de los Yulemen para dejar regalos a los niños que se han portado bien y patatas fermentadas a los más traviesos. Tras la Navidad, el primer Hombrecillo regresará de nuevo a la montaña y así, uno por uno, hasta el día 6 de enero.
El día 23 de diciembre es el día de Torlak, el patrón de Islandia, fecha en la que los islandeses tienen por costumbre comer skata, una especie de pescado podrido, y decoran los tradicionales árboles de Navidad en todos los hogares.
El 24 de diciembre también es una fecha muy señalada en el país. Los islandeses acuden al cementerio a adornar las tumbas de sus seres queridos como muestra de afecto. A las seis de la tarde, las campanas de las iglesias anuncian la llegada oficial de la Navidad.
Sin embargo, Fin de Año es la fiesta más importante en Islandia. En la última noche del año, los islandeses hacen hogueras y lanzan fuegos artificiales con los que adornan el cielo mientras que los camiones de bomberos y los barcos dan la bienvenida al nuevo año con sus bocinas.
El día 6 de enero finaliza la Navidad en Islandia por todo lo alto, con luces y nuevos castillos de fuegos artificiales, que despidiendo al último “Yulemen” hasta el año que viene.
(Fuente: Island Tours)
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