Una novela cálida, la de Teresa Martí, un texto sencillo en el sentido más positivo de la palabra; la sencillez no está reñida con el interés literario y humano que puede suscitar un texto.
A menudo es un valor añadido. Es el caso de Noventa y seis horas.
Teresa Martí (Barcelona, 1960), licenciada en Ciencias de la Educación y técnica de seguimiento de medidas educativas impuestas por jueces a jóvenes infractores, ha desarrollado por su profesión una sensibilidad humana que se refleja directamente en su escritura, tanto por los temas que elige como por la forma en que los trata.
Publicada en 2015 en versión española, ahora el mismo sello editorial nos ofrece la versión catalana, Noranta-sis hores, de un texto que no deja indiferente por el calado humano de la dura realidad que describe: la de la terrible y tensa espera del enfermo cuya vida depende de la donación de órganos, pero también la de la terrible decisión que debe tomar la otra parte implicada, la de los familiares que solo tienen unos minutos para optar o no por firmar unos papeles que permitirán o impedirán a los médicos emprender las medidas legales correspondientes: desconectar a un familiar clínicamente muerto de las máquinas que mantienen mecánicamente el latido de su corazón y extraerle los órganos que se traducirán en la esperanza de vida para otros seres humanos.
Así la novela sumerge al lector en una realidad que, si bien la autora reconoce en una nota previa como historia ficticia, podría ser uno de tantos casos, porque a menudo la ficción refleja mejor la realidad que la realidad misma.
El texto alterna tanto la perspectiva de la persona enferma necesitada de trasplante como la del familiar que vive la tragedia de la muerte del ser querido, posible donante de órganos.
Narrada por una voz omnisciente, los capítulos van alternando las dos perspectivas y nos acercan a las dos sensibilidades. Teresa Martí sabe describir bien los ambientes, las situaciones y las emociones, no cae en ningún momento en la sensiblería; despierta la empatía del lector conduciendo su participación emocional hasta el punto justo para acercarlo correctamente y con autenticidad a los hechos que describe.
Compartimos con los personajes el miedo, el desasosiego, el dolor, la incertidumbre, la calidez de familiares, amigos y profesionales de la sanidad, la desesperación, el trauma... Y la autora lo hace a través de una prosa fluida y amable, la que le corresponde a la temática elegida, y hace de la novela un texto cercano y de lectura agradable.
Teresa Martí también es autora de relatos cortos en español y en catalán, de un guion de teatro, (2018), basado en el libro de poemas de José Luis Terraza Ser entre dos, y de otra novela en español, Siham (2020).
Teresa Martí
Noventa y seis horas
Ed. Pensódromo[21], 2015, 154 pp.