Revista Arte
El más grande pintor francés del siglo XV fue Jean Fouquet (1420-1481). Situado entre el gótico tardío y el renacimiento, es considerado el iniciador de la escuela francesa de la pintura. Educado en Italia, donde desarrolló gran parte de su obra. En 1450 le encargaron un díptico, el Díptico de Melun, del cual una de sus tablas es la representación de la Virgen María con el Niño. Es un cuadro muy curioso. De colores significativos y determinados. Las figuras principales son de un blanco virtuoso y puro, los ángeles de un tono azul o rojo, dependiendo que fuesen querubines o serafines.
Según una leyenda la modelo de la Virgen fue la cortesana y amante del rey francés Carlos VII, Agnès Sorel, la mujer por entonces más hermosa de Francia. Por aquellos años, 1429, el rey fue coronado gracias además a otra mujer, Juana de Arco (1412-1431), la joven y santa heroína de Orleans que se creyó ungida por Dios para salvar a Francia. Murió sacrificada en la hoguera por los mismos enemigos del país, pero esto no impidió al rey conseguir el objetivo que ella se propuso: expulsar a los invasores ingleses de Francia.
(Imagen del cuadro La Virgen con el Niño, separado del díptico original, actualmente en el Museo de Bellas Artes de Amberes (Bélgica); Autorretrato del pintor Jean Fouquet -también al parecer situado originalmente en el díptico- y que se encuentra en el Louvre, París; Cuadro del pintor Ingres "Juana de Arco en la coronación de Carlos VII".)
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