Una obra hospitalaria, un incumplimiento ruinoso, un expolio incivil y un maravilloso contrato.

El sobrino del obispo Diego de Deza (1443-1523) -prelado amigo de Colón que intercedió por él ante los Reyes Católicos- fue el español Juan Pardo de Tavera (1472-1545), que llegó a cardenal y presidió el Consejo de Castilla, consiguiendo al final de su vida el importante Arzobispado de Toledo. A la vez fue también un gran mecenas de las Artes. En 1540 solicitó a la ciudad de Toledo la petición de un lugar donde poder construir un Hospital muy suntuoso, lo cual fue criticado incluso por algunos diciendo que "iba a ser demasiado lujoso para recibir a enfermos menesterosos", respondiendo el Cardenal Tavera "que representando los pobres a Nuestro Señor poco le parecía todo esplendor para cobijar a tales representantes".
En el año 1608 se le encarga al gran maestro Doménicos Theotokópoulos, El Greco, (Creta, 1541-Toledo, 1614) la obra de la decoración artística del Retablo de la capilla del Hospital Tavera. Para esto se firma un contrato entre el administrador del Hospital toledano, don Pedro de Salazar y Mendoza, y el propio pintor cretense, con la obligación de que él mismo "amaestre" la obra y no encargue a ningún otro esta función. Sin embargo, los retablos fueron terminados por su hijo Jorge Manuel (1578-1631) entre 1614 y 1621. En el contrato también se estipulaban la decoración pictórica -sin precisar el número de lienzos ni los temas- y que los cuadros debían de ser entregados en un plazo máximo de 5 años.
El Greco no respetó estos términos y a su muerte en 1614 las telas no estaban acabadas, dando lugar a un famoso pleito entre el Hospital Tavera y su hijo don Jorge Manuel Theotocópuli. Éste acabó siendo embargado con la incautación de sus bienes, y terminó arruinado como consecuencia de este litigio. El único cuadro destinado al Hospital y que acabó su hijo Jorge Manuel fue El Bautismo de Cristo, entregado y situado en el lateral izquierdo del Retablo de la capilla del Hospital. El resto de obras contratadas y destinadas al Hospital  Tavera nunca llegaron a ser entregadas. Pero, en el inventario del pintor cretense, realizado a su muerte, figuran esos lienzos contratados -finalizados algunos por su hijo- y que, sin embargo, acabaron posteriormente en otros museos y colecciones del mundo.
(Óleo La visión del Apocalipsis, Museo Metropolitano de Arte, Nueva York, El Greco, 1608-14, cuadro destinado al Hospital Tavera pero nunca entregado; Autorretrato, atribuído a El Greco, mismo museo de Nueva York, 1600; Fotografía del Hospital Tavera, hoy centro cultural de la fundación Medinaceli, Toledo (España); Fotografía del Retablo de la capilla del Hospital Tavera, con el cuadro El Bautismo de Cristo a la derecha; Imagen fotográfica de 1938 donde se aprecian las roturas realizadas al lienzo Cardenal Tavera del Greco durante la guerra civil española, 1936-39; Lienzo restaurado de El Greco, Retrato del Cardenal Tavera, 1614, Hospital Tavera, Toledo; Cuadro La dama del Armiño, cuya modelo fue la madre del hijo de El Greco, doña Jerónima de las Cuevas, con la cual nunca se casó el pintor, colección particular, Glasgow; Óleo Retrato de Jorge Manuel Theotocópuli, pintado por su padre El Greco, 1610, Museo Bellas Artes, Sevilla; Cuadro El Bautismo de Cristo, Hospital Tavera; Cuadro La Anunciación, Particular, Madrid; Cuadro El Concierto de los ángeles, Pinacoteca Nacional, Atenas, todos cuadros de El Greco destinados al Hospital Tavera y que nunca llegaron a entregarse ahí; Imagen fotográfica del panteón escultórico de Alonso Berruguete en homenaje al Cardenal Tavera, Hospital Tavera, Toledo, España.)