Una orquesta de película
Javier M. Banda 27 noviembre, 2013 0
Si no es mucho pediros, mis queridos lectores, esta semana me gustaría dejar a un lado las noticias de cine, propiamente dichas, para hablaros de un evento que tuvo lugar el pasado sábado en mi ciudad, Sevilla, y que tuve el placer de vivir en primera persona; por supuesto, también está relacionado con el mundo del cine, claro que sí, que tampoco es plan de que me vaya yo ahora por los cerros de Úbeda. Os estoy hablando del concierto que, este pasado sábado día 23, dio la Film Symphony Orchestra en el marco incomparable del Auditorio del Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla.
Para los que estéis leyendo esto y aún no estéis al corriente, la Film Symphony Orchestra es un proyecto netamente nacional de orquesta sinfónica que nace con el propósito de conectar con nuevos públicos para que se interesen por este tipo de música que se caracteriza por estar especialmente diseñada para ser tocada por una orquesta y con instrumentos de percusión, cuerda y viento, tanto de madera como de metal. Estaremos de acuerdo en que no estamos demasiados acostumbrados a ir a conciertos de este tipo; sin ir más lejos, las orquestas sinfónicas de nuestro país no atraviesan por su mejor momento, situación que se ha agravado, como no, por el escenario de recortes que vivimos desde hace demasiado tiempo. Así lo recogía en una noticia el diario El Mundo el pasado 23 de septiembre.
La Film Symphony cuenta con 80 músicos, cuya profesionalidad y entrega es toda una garantía para todo el que quiera asistir a sus conciertos. Al frente, el compositor Constantino Martínez Orts. A pesar de su juventud, uno se queda absolutamente embelesado cuando se interesa por su currículum y lo consulta; y como yo no quiero cansaros describiendo todos sus meritos uno por uno (estaríamos aquí hasta mañana), lo mejor será que lo veáis vosotros mismos si lo creéis necesario y lo estimáis oportuno. Da gusto verle dirigir a su orquesta con tanta dedicación y pasión; no para quieto un segundo y, para los más inexpertos como yo, puede llegar a parecer que más de una vez se va caer del pequeño podio al que se sube y que el batacazo va a ser de aúpa.
El 29 de febrero del pasado año comenzaron en Málaga su primera gira con un repertorio basado en las mejores bandas sonoras del gran compositor John Williams. Ofrecieron un total de 18 conciertos en los que recorrieron de punta a punta la geografía española, si bien no tuvimos la fortuna de disfrutarlos en Sevilla. Ahora, por fin, en 2013, comenzaron en octubre su Tour 2013 que les ha llevado por Madrid, Barcelona, Valencia y, esta vez sí, han finalizado en Sevilla. Aunque han seguido muy centrados en los trabajos de John Williams, también nos han deleitado con otras composiciones muy conocidas y que, esta vez, no han querido pasar por alto. No en vano, en el programa constaban un total de 15 composiciones, de las que nueve eran del compositor fetiche del director Steven Spielberg.
El concierto no pudo comenzar de mejor forma que con los acordes de la inconfundible BSO de Star Wars, con el tema principal de la guerra de las galaxias. Fue la primera pieza de una primera parte en la que también interpretaron el Tema de Hedwig, de Harry Potter y la piedra filosofal, las suites de concierto de Gladiator y Parque Jurásico, los temas principales de Memorias de África y Apolo 13, respectivamente, y El vuelo a Nunca Jamás, de Hook. Tras un breve receso de unos quince minutos, regresaban con el tema principal de James Bond, de Monty Norman; si bien el compositor que le dio su orquestación definitiva fue John Barry (el enlace es a un artículo, que podéis leer, que escribí tras su fallecimiento en una web que ya no está operativa). Llegados a este punto, seguro van a coincidir conmigo los que allí se dieron cita, vivimos el momento más vibrante de la noche con un solo de violín para el que no tengo calificativos en la interpretación del tema principal de La lista de Schindler. Acabé perdiendo la cuenta del número de veces que el director Constantino Martínez-Orts pudo estrechar la mano al mismo músico que interpretó esa pieza pero es que no era para menos; se lo merecía y con creces. Me emocioné tanto que alguna que otra lágrima noté caer por mis mejillas. Continuaron con una suite de concierto de Piratas del Caribe, los temas principales de Tiburón y Bailando con Lobos, la Marcha Imperial de El Imperio contraataca, Raiders March (Indiana Jones) y Aventuras en la Tierra, de E.T. El Extraterrestre. Además, nos obsequiaron con tres temas adicionales: El Señor de los anillos, La terminal y finalizando con el tema principal de Superman. Un colofón de oro para un concierto de muchos quilates.
Hablando de Star Wars y de Indiana Jones, recordemos la visita que hizo Harrison Ford al conocido programa de televisión El Hormiguero y la sorpresa que le tenían preparada cuando la Film Symphony entró en escena para interpretar los temas de las dos trilogías que le catapultaron al estrellato. El actor se marcó un baile con Pablo Motos, el presentador, y hasta cogió la batuta para marcar el ritmo en los últimos compases de Indiana Jones, no sin antes haber dado previamente la orden Constantino a sus músicos con el tecnicismo anacrusa 139…
Prácticamente, no hay ningún pega que ponerle a esa noche en la que todos pudimos sentir la magia del cine. Disfruté, como hacía mucho que no lo hacía, con algunos de los mejores temas de las principales BSO de la historia del cine, si bien eché en falta algo más de Hans Zimmer; por ejemplo La Roca (sin duda, uno de mis preferidos) o La delgada línea roja, y de James Horner (suyas son las BSO de Krull, Willow, Leyendas de Pasión, Braveheart, por citar algunas). También, en una próxima ocasión, me gustaría escuchar a Jerry Goldsmith, Danny Elfman, James Newton Howard, Ennio Morricone o Basil Poledouris -la BSO de Conan, el bárbaro es otra de mis preferidas-. Soy consciente de que estoy pidiendo demasiado… Coincido plenamente con mi amiga Mercedes Romero, que ya escribió un post en su blog sobre el concierto, en la poca duración de las suites de concierto de algunas bandas sonoras interpretadas, que tocaban a su fin justo en su momento más álgido; una verdadera pena. Concretamente, las suites de Gladiator, Piratas del Caribe y El Señor de los anillos. De hecho, lo hemos estado hablando estos días por Internet. También mantuve allí mismo conversaciones con mi buen amigo, también redactor de esta web, Moisés Valderas, que no paramos de comentar lo bien que nos lo estábamos pasando. Hicimos más de una puesta en común de lo que nos estaba gustando más pero también de lo que echábamos en falta…
Fue una noche para el recuerdo y tardaré mucho en olvidarla, la verdad. Estoy deseando que finalice este año para que empiecen su gira 2014 y vuelvan a Sevilla, una ciudad que se volcó entregada de principio a fin con una orquesta que dará mucho que hablar de aquí en adelante. De hecho, batieron el récord de entradas vendidas para un concierto de orquesta sinfónica. El propio Constantino dijo que se sentían emocionados al ver el recibimiento que les estábamos brindando, al tiempo que dijo intentar comprender los códigos propios de la capital hispalense, ya que nunca antes habían estado por aquí; lo dijo porque la gente no paró de aplaudir y taconear a ritmo de sevillanas. No recuerdo si llegó a sonar hasta algún que otro ¡Ole! Y es que lo que no pase en Sevilla… Mientras tanto, hasta que pueda asistir a su próximo concierto, me conformaré con seguir a Film Symphony a través de las redes sociales (tienen perfiles en Twitter, Facebook e Instagram) para mantenerme informado de las novedades, así como ver vídeos (cosa que os recomiendo). Es una suerte que nuestro país cuente con una orquesta sinfónica de este tipo, de este calibre, que nos devuelva el gusto por la música sinfónica, tocada por una orquesta. Y a mí… a mí ya me tienen en el bolsillo por estar especializada en música de cine. Nos vemos en el FSO Tour 2014.
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