La tiroides es una glándula localizada en la parte anterior (frontal) del cuello. Es responsable de la secreción de hormonas que afectan principalmente al crecimiento y desarrollo del cuerpo a través de la regulación de la tasa metabólica. Aparte de esto, la tiroides tiene un efecto, en cierta medida, en casi todos los sistemas del cuerpo.
Signos y síntomas de los trastornos de la tiroides
En ciertos casos, la tiroides puede comenzar a secretar un exceso de hormonas. Esta anormalidad se llama hipertiroidismo. Por el contrario, si la secreción de hormonas tiroideas se inhibe anormalmente o se reduce a niveles inferiores a los normales, esta condición se conoce como hipotiroidismo. Por lo general, el hipertiroidismo hace que la glándula tiroides se hinche, presentandose como un bulto en la garganta. El hipotiroidismo también puede presentarse como un bulto en el cuello. Sin embargo, esta condición es rara. Algunos otros signos y síntomas de trastornos de la tiroides incluyen:
- Disfagia - dificultad para tragar los alimentos. Esta condición ocurre cuando el tamaño de la glándula tiroides aumenta hasta tal punto que empieza a ejercer presión sobre el esófago (tubo de comida).
- Disnea - Falta de aliento. La dificultad para respirar también puede ocurrir si la glándula tiroides empuja contra la tráquea (tubo respiratorio).
- Palpitaciones - sentimientos de pánico y ansiedad, acompañados por la rapidez de los latidos del corazón en diferentes partes del cuerpo.
- Trastornos gastrointestinales - Estreñimiento o diarrea, hinchazón, gases, náuseas, llanura abdominal.
¿Cómo se diagnostican los trastornos de la tiroides?
Es bastante fácil diagnosticar cualquier trastorno de la tiroides, con la ayuda de ciertos análisis de sangre específicos y escáneres de tiroides. Muchos casos de trastornos tiroideos pueden ser diagnosticados clínicamente. Sin embargo, todavía es necesario confirmar la enfermedad mediante la realización de pruebas de laboratorio y más investigaciones. Estos pueden incluir lo siguiente:
- Perfil de la tiroides - un análisis de sangre que incluye la medición de los niveles de hormonas tiroideas (T3, T4, T4 libre y TSH).
- Exploración de la tiroides, similar al ultrasonido.
- Tomografía computarizada y resonancia magnética, sujeto a necesidad.
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Otras condiciones que pueden causar dificultad para tragar
La disfagia (dificultad para tragar) es un síntoma irritante que también puede resultar fatal.
Hay varias condiciones que pueden dar lugar a disfagia.
Algunos de los trastornos comunes que pueden causar disfagia incluyen:
- Achalasia: Se define como la incapacidad de los músculos esofágicos inferiores o esfínter para relajarse adecuadamente. La relajación del esfínter esofágico inferior proporciona entrada de alimento al estómago después de viajar a través del esófago. En ciertos trastornos, este esfínter puede no funcionar correctamente, limitando la comida para permanecer dentro del esófago. Esto causa disfagia junto con sensaciones ardientes, hinchazón, gases y calambres abdominales. "Estudios de bario" es la prueba utilizada para confirmar este diagnóstico.
- Estenosis Esofágica: El estrechamiento del esófago en algunas áreas particulares puede causar que grandes partículas de alimentos se alojen en el esófago. Esta condición generalmente causa un tipo de disfagia que restringe sólo los sólidos. Al igual que la alasalasia, esta condición también se puede diagnosticar mediante estudios con bario. El tratamiento, sin embargo, dependerá de la gravedad de la enfermedad.
- ERGE de larga duración : Reflujo gastroesofágico (ERGE) se refiere al reflujo de contenido gástrico en el esófago. Esta es una condición común y tiende a ocurrir en personas que son obesas, con sobrepeso o tienen un estilo de vida sedentario. Si la ERGE se prolonga, puede afectar a los músculos del esófago, causando disfagia. Esta condición puede ser fatal.