Revista Series
AMC está demostrando que vale su peso en oro; "Rubicon" y "Breaking Bad" son muestra de ello (tranquilos, sé que cuando me ponga con "Mad Men" tendré que incluirla). "The Walking Dead" ha sido su última apuesta, una apuesta que resultado ganadora, ya que su estrenó congregó a 5.3 millones de espectadores frente al televisor, situándose como el mejor estreno de una serie en una cadena por cable. Y no es para menos.
La serie lleva a la pequeña pantalla el cómic de Robert Kirkman y Tony Moore, que lleva el mismo nombre. Tiene tras ella a Frank Darabont, director de, entre otras, "La niebla", "La milla verde" o "Cadena perpetua". Durante seis semanas vamos a asistir a esta particular historia de supervivencia, en la que los zombies se convertirán en la peor pesadilla de los protagonistas y de los espectadores, porque es imposible sentir mal rollo ante tanto "walker". Andrew Lincoln (que nos regaló una de las declaraciones de amor más bonitas del cine en Love Actually) se pone en la piel de Rick Grimes, un oficial de policía que tras resultar herido en una operación, despierta en un hospital desierto. Poco tarda en encontrarse centenares de cadáveres por la ciudad, pero no es hasta que se encuentra con el personaje de Lennie James (al que hemos visto en la segunda temporada de "Hung") cuando se entera de toda la historia. Por ahora desconocemos cuál es el origen de dicha situación, pero supongo que iremos avanzando en este aspecto a lo largo de los 6 episodios que forman la primera temporada.
En el cast nos encontramos con Sarah Wayne Callies (a la que todos recordamos como la doctora Sara Tancredi de Prison Break), Jon Bernthal (visto en The Pacific), Laurie Holden (vista en algunas de las película de Darabont) o Jeffrey DeMunn (también visto en películas de Darabont). La serie es impecable en todos los aspectos: desde la banda sonora, la dirección, el maquillaje, los efectos especiales... En cuanto al guión, debo decir que no he leído el cómic, pero supongo que Darabont habrá hecho lo posible por ser lo más fiel posible a la historia. Hay raciones generosas de sangre y violencia: estamos hablando de una serie de cable, por lo que la libertad es mucho mayor que en una network. Particularmente me quedo con la escena de la mirilla, que me ha parecido muy tensionable.
Lo dicho, un éxito de audiencia que nos va a tener pegados al ordenador durante algo más de un mes. Disfrutemos del viaje.
PD. ¿No os ha recordado uno de los zombies del autobús a Jim Carrey?