El Poder va mucho más allá de las relaciones sociales que se puedan dar en la esfera colectiva y sus diversas manifestaciones como el patriarcado o el matriarcado ya que se sitúa más en la esfera espiritual o psicológica (plano principal),
que en la esfera económica o material (plano secundario), es decir, el dominio se ejerce en primer lugar a través de métodos coercitivos como la propaganda o la cultura que impone el sistema capitalista que invaden la esfera psicológica del sujeto para después ejercerlo en el terreno de la esfera económica al consentir éste el dominio de un tercero por ejemplo para subsistir en forma de trabajo asalariado, por lo tanto y en sentido estricto no se pueden hacer discriminaciones entre los hombres y las mujeres cuando nos referimos a una forma concreta y autoritaria de Poder ya provenga del Estado, del Capital, o de un tercero (sea éste hombre o mujer) que puede afectar a ambos indistintamente del lugar que ocupen dentro del sistema de dominación o de la situación económica que tengan.La tecnolatría es el nuevo cáncer de la humanidad en tanto que fomenta la atomización espiritual o psicológica del individuo al quedar aislado del resto de sus congéneres, favoreciendo de este modo la división y el debilitamiento de la sociedad mayormente en la esfera privada del sujeto al quedar sometido por máquinas que lo desactivan e incapacitan como potencia autónoma.
La tecnolatría es una manifestación más del Poder para anular al individuo y a la sociedad en general, en cuanto se sirve de los medios técnicos y tecnológicos para por ejemplo a través de internet, poder crear una imagen, conservarla y reforzarla en base a su Ego (destrucción de la identidad original) que constituye o acaba constituyendo una individualidad de una masa gregaria dependiente del aparato tecnológico y por lo tanto sometida.