Feliz Navidad a todos. Llegaron un año más las fechas de los Santa Claus, árboles de pino o abeto, belenes, reyes magos, etc. Sin embargo, y a diferencia de otros años, esta vez es la primera de la recuperación económica. Sí, sí… recuperación económica. O al menos eso dice el presi. En fin… el hecho es que acercándonos un poco más al mundo que nos rodea, las navidades son unas fiestas que por su universalidad tienen también que hacernos reflexionar. Y digo esto porque a pesar de que a nivel macro estemos un poco más cerca de salir de la crisis, en lo que respecta a la economía real todo sigue tal cual estaba o incluso peor. Es por esta razón que estos días (tradicionalmente entrañables) deben ser un periodo de reflexión y conciencia personal. Al margen un poco del asedio de campañas de publicidad agresivas con el fin de que efectuemos compras en todo tipo de centros comerciales, la mente de cada uno de nosotros tendría que estar, aunque sea por un instante, en aquellas personas que ciertamente lo están pasando mal. La solidaridad, presente en estos días gracias a la voluntad y esfuerzo de much@s, debe ser una pieza más de ese complejo eslabón que conforma la conciencia social navideña en España. Sobre todo en estas fiestas en las que todo el mundo debería sentirse arropado, ya sea por familiares, amigos o por cualquier persona que dispuesta quiera aportar algo de cariño. Políticamente correcto o no, este mensaje va dirigido hacia todos vosotros. Sé con exactitud que muchos de de los que estáis leyendo estas palabras sois conscientes de esta problemática y siempre que podéis echáis una mano a diestro y siniestro que lo necesita. Lo sé. También sé, que aunque conscientes, muchos de vosotros no podéis ayudar debido a razones puramente personales y económicas que a cierto gobierno deberían importar. Sin embargo, me da mucha pena pasear estos días por la calle y ver a tantas y tantas personas que por circunstancias de la vida no van a poder disfrutar de un cobijo agradable, de una cena caliente, o de algún tipo de regalo inesperado, por sencillo que sea. La magia de la Navidad, de la que tanto solemos presumir, debe ser capaz de activar la barita mágica de la solidaridad, el cariño y la comprensión hacia esa pequeña (aunque cada vez más grande) parte de nuestra sociedad que desgraciadamente no puede disfrutar de unas navidades mínimamente decentes.
Desde Monedarota.com os deseamos a tod@s una feliz Navidad.
En este sentido, y es verdad que hacemos este propósito cada año, la sociedad debería trabajar más para evitar este tipo de injusticias. No es justo, para nada, que miles de personas en España no tengan acceso mínimo a cierto grupo de necesidades básicas (alimentación, sanidad, justicia o educación) por el hecho de no tener una determinada cantidad de dinero en su cuenta corriente. La historia de la humanidad ha generado mil y una desgracias, pero también mil y una maravillas, capaz de lograr cualquier cosa por difícil que sea. Que la codicia impida que una parte de nuestra población sufra es algo que nos debe hacer reflexionar y mucho. ¿Qué tipo de sociedad queremos? ¿Cuál es el legado que vamos a dejarle a nuestros hijos? ¿Es esta la España del futuro? Ojalá pudiéramos recuperar el espíritu de la transición en estos momentos. Cómo la voluntad de unos pocos fue capaz de cambiar la vida de muchos. La sociedad debe ser más sensible con estas problemáticas. Actualmente el ámbito de la política se parece más a una obra de arte en una subasta preparada para venderse al mejor postor, que un compromiso serio por mejorar la vida de un país con una población de 45 millones de habitantes. Entender el hecho de que estamos gobernados por ‘políticos’ que luchan por unos intereses particulares y no generales debe ser un primer paso. Es una quimera la realidad de que el discurso de tantos y tantos representantes públicos no busque un protagonismo personal. La política debería ser ese instrumento capaz de cambiar las cosas a mejor, y no a peor. Es verdad que desde Europa, Merkel nos aprieta, la CE quiere que cumplamos a rajatabla con nuestro programa de ajustes y también que los mercados quieran cobrar nuestras deudas, es cierto. Pero no debemos perder el norte y saber que antes que nadie, los derechos de los catalanes, madrileños, andaluces, extremeños o gallegos deben estar por encima de cualquier especulador financiero. Y con esto no quiero decir en absoluto que no se paguen las deudas, puesto que esto es un sinsentido que no se puede permitir en un país meramente desarrollado. Pero también es verdad que de alguna manera se debe tratar de establecer un orden de prioridades y construir un salvaguarda que minimice al máximo los daños que genera la desigualdad en un país como el nuestro, y más en estos tiempos de tanto desempleo y contratos precarios.
Después de esta breve pero intensa reflexión, quería decir simplemente que de cara al próximo año Monedarota.com tratará de regresar con nuevos contenidos y recomendaciones. Debido a que en las últimas semanas hemos estado ciertamente ocupados y no hemos tenido el tiempo necesario para poder escribir en el blog, queríamos dejar claro que en absoluto vamos a abandonar este proyecto, sino todo lo contrario, queremos que vaya a más. Tratar de acercar la economía a la gente no especializada en estos asuntos es nuestra tarea. Abrazamos aún más fuerte nuestro compromiso firme de seguir trabajando para hacer realidad esa misión. Un abrazo fuerte a tod@s, gracias por visitar nuestro blog, y nuestros mejores propósitos y deseos de cara a estas fiestas y al nuevo año que está a la vuelta de la esquina.