Todo aposentamiento político es conformista. Toda revolución aposentada no es revolución ni podrá obtener el poder. Aposentarse es perder el tiempo desligando ideologías y no acudiendo a los hechos. Hacer la revolución. Acudir al centro neurálgico donde se parapeta el poder que asfixia a la sociedad y sacarlo de ahí de la forma que fuere. Son pocos los puntos sobre los que estar de acuerdo para acometer esta principal acción. Las movidas aposentadas no pueden triunfar.
Tal vez el problema se encuentre en el desconocimiento del concepto de la palabra insurrección. No se trata de reivindicar, sino de tomar, de tomar el poder. La dialéctica juvenil está cómoda aposentada y rehúye todo hecho futuro dolorosos. Tiene miedo. Es lógico. Por eso se echa al suelo para recibir el castigo de los guardias del régimen monárquico. Primera línea de defensa a la que ni tan siquiera hacen frente. Son pocos y mal avenidos. El resto de la sociedad prefiere seguir sometida y someter el futuro de sus hijos antes que recibir algunos palos o perder la vida. La cobardía siempre ha sido castigada por los sometedores que se crecen al ver que todavía las 2/3 de la población sigue prestando atención a sus felonías y las legitima. La cobardía de votar lleva aparejado el castigo de nuevas leyes asfixiantes. Lo van a seguir comprobando.
No tenéis tiempo para ser perezosos. No tenemos tiempo para organizarnos, ni exterior ni interiormente. No os dais cuenta de que sois una potencia irresistible con capacidad para asumir toda responsabilidad social, y ser árbitros de vuestro propio destino. ¿Acaso no habéis acumulado el suficiente malestar vital como para de inmediato poneros al unísono y con gran rapidez a levantar la voz enérgica y sinceramente?. Si buscáis la verdad para vuestras vidas deberéis enfrentaros al mundo de forma radical e incorruptible, pues la verdad no admite menos.
Parece que gran parte de la sociedad aun está contenta con la realidad a la que es sometida y puede soportar algunos años más los dolores y las amarguras que el artificial malestar económico acarrea.
JCP
PD,: propongo que entre las peticiones que hagáis, ya que parece que no estáis en condiciones de exigir, es que se incluya una que diga que quien no vota no puede ser obligado a cumplir las leyes de aquellos a los que no reconoce. Al menos salvad del sometimiento a 1/3 o más de la población española. Que quede alguien para el futuro después de la desaparición de 2/3 de infectados de indignidad.