Dentro de Chamberí, en el barrio de Almagro podemos encontrar algunos de los edificios más bonitos de Madrid, pasear por estas calles es una delicia. ¿El motivo? A principios del Siglo XX buena parte de la aristocracia madrileña instaló aquí su residencia levantando bellos palacetes. Es en esta zona donde se fijaron también numerosas embajadas destacando por encima del resto, por su rompedor diseño una, la que se sitúa en la Calle Fernando el Santo 16.
En ocasiones me gusta utilizar los avances que nos brinda internet para recorrer Madrid desde el cielo a golpe de ratón. De esta forma puedo visualizar calles y edificios a vista de pájaro, en busca de rincones a explorar. Un día me sorprendió ver una silueta blanca, de forma circular, en la que nunca antes había reparado. Era como si hubiesen colocado una enorme rosquilla en mitad de Chamberí, ¿de qué se trataba?
Me acerqué para ver con mis propios ojos este original edificio de planta circular y averigüé que se trataba de la antigua sede de la Embajada Británica. Levantada en el punto donde antiguamente se alzaba el palacete del Marqués de Álava hablamos de un edificio que se construyó en 1966 y que estuvo cumpliendo con esta función durante casi cuatro décadas. Su diseño, obra de W.S. Bryant, está inspirado en una plaza de toros, de ahí la forma, en torno a un gran patio central.
Estamos hablando posiblemente de uno de los edificios más originales e innovadores de Madrid. Pensad que si hoy en día nos sigue sorprendiendo su corte, la revolución que tuvo que causar en el momento de construirse… Aparentemente, desde el exterior, parece un edificio de oficinas vulgar y corriente, sin embargo, cuenta con varias peculiaridades como un búnker en la tercera planta o la capacidad de autoabastecimiento energético. Además cuenta con piscina y un club social. Está claro que es un edificio que guarda muchas sorpresas y secretos.
En el momento de escribir estas líneas el futuro de este impresionante bloque es bastante incierto. La Embajada Británica se trasladó hace unos años a la Torre Espacio ya que esta sede se les había quedado pequeña y obsoleta. El edificio fue vendido por una cifra cercana a los 50 millones de euros y al no estar protegido, podría ser demolido por sus nuevos dueños para levantar viviendas. Confío en que esto no pase y nos priven de una de las casas más simpáticas y rompedoras de toda la ciudad.
Foto de la portada sacada de diariodesign.com y del artículo sacada de kedin.es
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