Revista Ciencia
Ayer tarde encontré en casa una joven salamanquesa común, Tarentola mauritanica (Linnaeus, 1758), aunque pueda parecer extraño los tres últimos veranos nos ha visitado alguna (vivimos en el populoso barrio madrileño de Chamberí). El año pasado una fue bastante tranquila y se alojó un tiempo en la casa. Durante una semana se paseó por el techo del salón mientras cenábamos, claro los niños se pasaban media cena mirando al techo asombrados por sus acrobacias. La que nos acompañó anoche estuvo menos tiempo, pero el suficiente para armar revuelo entre la gente menuda. Aproveché para sacarle una fotografía no muy lograda que ilustra la entrada, y acto seguido la dejé entre los tiestos del balcón para que siguiese su vida noctámbula buscando pequeños insectos sin que la molestasen los niños.
El hábitat de este pequeño reptil de la familia gekkonidae son roquedos, pedregales, así como edificaciones de pueblos y ciudades. Aunque se trate de una de tantas especies antropófilas, están protegidas legalmente, no hay que tenerlas en terrarios como si se tratase de un animal de compañía porque está prohibida su tenencia y su comercio. Si se meten en casa como nos pasa a nosotros los últimos veranos, no hay que hacerles daño, lo más sencillo es dejar abierta la puerta del balcón o la ventana de la estancia en la que se encuentre para que pueda salir, ya que en casa no va a encontrar las presas de las que se alimenta, a las que generalmente busca por el suelo, aunque también practica el acecho en muros a donde los insectos son atraídos por las luces de las farolas. Les gusta comer pequeños escarabajos, grillos, arañas, himenópteros, moscas, lepidópteros, etc.
A su vez estos pequeños depredadores tienen que cuidarse mucho de gatos y lechuzas que son sus principales depredadores y de los que huyen rápidamente en cuanto los ven con esos llamativos ojos de pupilas verticales, refugiándose en pequeños agujeros y huecos. Si es necesario para despistar a su perseguidor se desprenden de la cola que regeneran posteriormente. Estos geckos circunmediterráneos copulan en primavera y de las pequeñas puestas de huevos nacen, en verano, las crías que van medrando el resto del verano y el otoño. El apareamiento de esta especie puede verse grabado en video mediante un sistema casero de webcams publicado en el blog “Cuaderno de campo”.
Por último, queremos comentar que los dibujos y tatuajes de salamanquesas, aunque ahora se han generalizado por su bonito aspecto estético, proceden de la polinesia donde es un animal totémico al que se le atribuyen poderes sobrenaturales. Ciertamente después de verlos andar por el techo del salón o subir por los vidrios de las ventanas queda claro que tienen poderes poco habituales que obtienen gracias a unos dedos aplanados provistos de láminas con las que se adhieren a los lugares más increíbles como si fuesen ventosas.
Un saludo