Este artículo lo voy a dedicar a explicar, de forma resumida, como transcurre una sesión de hemodiálisis. Este pequeño resumen puede ayudar, a las personas que están en la etapa de pre-diálisis, a conocer un poco este mundo desconocido, hasta ahora, para ellas.
- Si es tú primera diálisis deberás, ante todo, ir tranquilo/a y confiando en el personal sanitario que te ayudará en todo momento.
- Una vez en el centro de diálisis, deberás esperar a que la máquina esté preparada (montaje y cebado de la máquina).
- Una vez lista la máquina, el personal de enfermería te avisará de que puedes entrar.
- Dentro de la sala, bien con ropa de calle o en pijama, según el criterio de cada centro, tendrás que pesarte. Debes procurar, siempre, pesarte con ropa que tenga más o menos el mismo peso.
Pesarse es necesario para saber lo que se gana entre sesión y sesión, pues al no orinar o hacerlo en poca cantidad, se va acumulando en el organismo. - Una vez te hayas pesado, te indicarán el lugar o la máquina donde te realizarán la sesión. Por lo general, te asignarán siempre el mismo sitio.
- A continuación pasarán a desinfectar la zona de punción. Según sea, fístula o catéter, así serán los pinchazos. Una vez se ha pinchado, procederán a conectarte a la máquina.
- La sesión de hemodiálisis suele transcurrir normalmente sin incidentes, y lo más pesado será el tener que estar relativamente inmóvil durante cuatro horas.
- Durante la sesión, podrás comer y beber moderadamente, ver la televisión, leer, escuchar música etc.....
- Debes procurar no mover el brazo o el lugar donde tengas colocadas las agujas o el catéter, para que éstos no se doblen o no se salgan del sitio. También es importante que estén visibles y no taparlos con ropa.
- Una vez finalizada la sesión, te retirarán las agujas y habrá que presionar la zona de punción durante 5 o 10 minutos, hasta que deje de sangrar. Seguidamente se cubrirá con un apósito.
- El personal de enfermería te tomará las constantes siempre que lo crea oportuno (tensión arterial, temperatura, pulso) con el fin de tenerte controlado.
- Cuando te levantes o te incorpores, hazlo con tranquilidad y despacio, porque puedes marearte por una bajada repentina de la tensión.
- Antes de irte, deberás pesarte de nuevo para controlar el líquido perdido, y con ello y en las próximas sesiones, el nefrólogo valorará tu peso ideal o "peso seco".
Ana Hidalgo