Revista Mundo animal

Una sociedad de salvajes e ignorantes

Por Davidalvarez
Este año las noticias relacionadas con la naturaleza en Asturies y en resto del Cantábrico no han sido demasiado halagüeñas. A la reanudación de las matanzas de cormoranes grandes y lobos por parte de la administración del Principado de Asturies hay que unir las noticias de siempre, referentes a atentados ecológicos como apertura de pistas en zonas protegidas, talas y desbroces  indiscriminados, vertidos, venenos y la creciente proliferación de infraestructuras que amenazan con convertir el Cantábrico en una superficie asfaltada sólo interrumpida por plantaciones de eucaliptos.
Pero por si esto fuera poco, hace un par de días leí un mensaje de Juan Zaldivar, que me demostró de que pasta está hecha mucha de la gente con la que convivimos habitualmente. En este mensaje comentaba que una persona había dejado colgados en la valla próxima al centro de interpretación de la Ría de la Villa los cadáveres recientes de una garza, dos garcillas bueyeras, una urraca, un mirlo y un estornino, todo ello junto a un simpático cartel en el que hacía referencia al guarda mayor y al director de la reserva. Parece que la manera de protestar de este impresentable ante probable denuncia consistió en matar a unas cuantas aves y exhibir sus cadáveres como homenaje. A este tipo de personas es a las que le molesta vivir dentro de una zona protegida porque tiene que respetar unas normas, salvo para cobrar subvenciones y ayudas, que para eso son siempre los primeros. La hazaña de este individuo está recogida en el siguiente video:

Ya se que no es la forma más tradicional de despedir el año, y que lo normal es que la gente mande mensajes de paz y amor cargados de buenos deseos para el año venidero, pero lo cierto es que a mi no me sale. Tal como están las cosas y viendo imágenes como estas, es evidente que a una gran parte de esta sociedad el medio ambiente no les importa en absoluto, a no ser que sea para sacar provecho económico. La mayoría de la sociedad en la que vivimos siente un desprecio por la naturaleza tan grande como su propia ignorancia.
Muchas veces se nos dice que hay que educar para que la gente aprecie lo que tenemos, pero me puedo imaginar la educación que tendrán los hijos de este cretino y los hijos de tantos cretinos como él que incluso aplaudirán las gracias de su padre y lo imitarán en el futuro. Cada vez estoy más cansado de intentar razonar con este tipo de gente, de darles explicaciones y argumentos. Un energumeno como éste no atiende a razones ni a explicaciones, sólo aprende a base de multas, sanciones y castigos ejemplares. Espero que se descubra su nombre y que se le imponga una sanción considerable para que se lo piense dos veces antes de coger la escopeta. ¿Estarán las autoridades competentes por la labor o lo dejarán pasar como tantas otras veces? Lo más probable es que si llega el caso de que se le encuentra y se le sanciona, aparezca gente solidarizándose con él, disculpándole porque lo hizo en un arrebato, porque él conoce la ría mejor que nadie y es el primer interesado en protegerla, que por cuatro bichos no se puede arruinar a un pobre hombre.
Ojalá el año que viene cambien las cosas para mejor, aunque sinceramente lo dudo mucho. En cuanto al valiente escopetero, le dedico esta frase de Groucho Marx: "Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota"

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