Una tarde-noche de verano en Córdoba, donde sus calles y sus monumentos siempre juegan con la luz natural del atardecer y la luz de sus farolas, cuando es de noche, dándole esa esencia de su época antigua.
Siempre es agradable disfrutar de su Mezquita, su Puente Romano y sus calles, entre otras muchas más bellezas que presenta esta ciudad.