Una vivienda en la antigua Golden Crust Bakery

Hoy quiero presentaros una intervención donde pienso se ha buscado conjugar la racionalidad del diseño contemporáneo en armonía con la modestia inherente a un antiguo edificio fabril, haciendo siempre prevalecer la herencia industrial del edificio original respecto a lo nuevo. El reto de esta obra fue transformar un espacio industrial de fábrica de ladrillo visto, la antigua panadería Golden Crust que constaba de una fábrica y un almacén, en una vivienda para una familia numerosa (un matrimonio con 6 hijos al que se suman las estancias ocasionales de los abuelos).
A pesar del gran deterioro que sufría el conjunto (cercano a su demolición) y sin ningún tipo de protección especial a pesar de tratarse de un edificio interesante desde el punto de vista del patrimonio arquitectónico industrial, se conservaron los muros, las cerchas e incluso el nombre de la panificadora en su fachada. Así, gracias a la restauración de este conjunto se ha logrado también conservar un edificio que forma parte de la memoria colectiva y el paisaje urbano del barrio en el que se ubica.

El aspecto exterior se ha mantenido a excepción de los nuevos vanos que quedan enmarcados por unas chapas de acero para una mayor entrada de luz natural al interior de las estancias. Una ligera pasarela cubierta de perfiles de acero y listones de madera, único añadido al conjunto de los volúmenes, une la primera planta del edificio principal (la zona de dormitorios de los niños) con las antiguas caballerizas (donde se emplazan las habitaciones de los hermanos mayores), que cuenta además con habitación de huéspedes y salón de reuniones.

La zona destinada al matrimonio comprende el dormitorio principal de la primera planta (donde se integran baño y vestidor como una isla en el interior de la habitación) y el estudio en la planta baja, separado de la zona de estar. En el piso superior, y no lejos del dormitorio principal, se sitúan las habitaciones para los niños. El área común tiene su principal escenario en la cocina-comedor donde una gran mesa orientada hacia el patio ejerce de corazón de la casa y testigo de las reuniones familiares.

Haciendo uso de un diseño contemporáneo y limpio, con predominio del blanco junto a colores y materiales naturales (los suelos van cambiando para diferenciar zonas y usos), se hace uso de un mobiliario de líneas sencillas. Un muro verde domina parte de la construcción, un gran panel de vidrio con un vinilo adhesivo de motivos vegetales que, como un inmenso tapiz, juega a ser una pared vegetal en un ejercicio de paisajismo vertical. Parte de la estructura queda al descubierto, creando espacios a doble altura que aumentan la sensación apertura espacial. Así, el interior contrasta con el marcado carácter externo, resaltando aún más los detalles originales de la construcción.

Tiene gran importancia la preocupación por el ahorro energético mediante la instalación de paneles solares para calefacción; sistemas de aire acondicionado de caudal refrigerante variable; el cierre automático de las contraventanas para asegurar la protección térmica; o la instalación de dispositivos de almacenaje del agua de lluvia para el abastecimiento de aseos, piscina y riego.
Son muchos los aciertos y las nuevas cualidades que se han dado a esta reforma que me parecen acertados como el uso extensivo de perfiles metálicos (tanto estructurales como en carpinterías) de tono gris oscuro destacando sobre el fondo blanco inmaculado de paredes y techos, hacer uso de un suelo de vidrio para dar luz natural al espacio de la bodega en el sótano o la colocación de una exquisita ventana corrida en esquina en el dormitorio principal, detalles que hacen de esta obra un espacio singular.
Datos del proyecto
- Nombre: Vivienda en Golden Crust Bakery.
- Localización: Armadale, Melbourne (Australia).
- Arquitectos: JCB architects (Tim Jackson, Jon Clements y Grahan Burrows).
- Proyecto: 2006-2009.
- Superficie: 800 m2.
- Fotografías: Shannon McGrath.