Revista Libros
Erik Haasnoot y Astrid Roig (ed.)Universo Nooteboom.Candaya Ensayo 6.
Con dos artículos, uno sobre la poesía de Cees Nooteboom y otro sobre su vertiente de ensayista y su aproximación a la pintura de Zurbarán, he tenido la satisfacción de contribuir, por sugerencia de los coordinadores Erik Haasnoot y Astrid Roig, al espléndido volumen Universo Nooteboom que publica Candaya, acompañando a nombres como Alberto Manguel, Mercedes Monmany, Rüdiger Safranski, Jacobo Siruela, Clara Janés o Juan Villoro.
Este es el dossier de prensa, que incluye el prólogo de los coordinadores, de este libro, que estará en librerías el día 23 y se presenta en la Librería Laie (Pau Claris 85, Barcelona) el 25 de septiembre a las 19.30 horas.
La obra
Poeta, novelista, ensayista, crítico de arte, viajero... Cees Nooteboom es un autor polifacético y heterodoxo que, como dijo Connie Palmen “te hace ver y pensar lo que nunca antes habías visto ni pensado”. Desde la publicación, hace casi seis décadas, de su primera novela, Philip y los otros, que de manera desenfadada y jovial rompía con la tradición realista, la literatura de Cees Nooteboom no ha pasado nunca desapercibida y ha sido distinguida por premios tan prestigiosos como el Europeo de Poesía (2008), el de Literatura Neerlandesa (2009) y el mayor reconocimiento que se concede en la literatura de viajes, el Premio Chatwin (2010). En los últimos años ha sido considerado, como uno de los diez mejores cronistas de viajes del siglo por la prestigiosa revista Newsweek, y su nombre suena con insistencia entre los candidatos al Premio Nobel.
Lectores de todo el mundo se han dejado seducir por las innovadoras apuestas de este escritor de desvíos y digresiones, que sorprende por su sensibilidad metafísica y que se interroga siempre por el sentido de narrar. Los libros de Nooteboom son una indagación en el misterio de la condición humana (“el misterio al que los demás renuncian a mí siempre me ha intrigado”, confiesa) y una invitación permanente a entender la diversidad del mundo o el significado de la historia que hemos vivido, y por ello es unánimemente considerado uno de los grandes clásicos vivos de la literatura universal contemporánea.
En Universo Nooteboom 30 autores (poetas, novelistas, ensayistas, filósofos, académicos, traductores, críticos literarios y periodistas culturales), desde procedencias geográficas y registros muy distintos, profundizan en la compleja obra y en la fascinante personalidad del escritor holandés más universal de nuestro tiempo. Especial importancia tienen las reflexiones del propio Cees Nooteboom, que en largas y reposadas conversaciones con el escritor argentino Alberto Manguel y con el periodista belga Piet Piryns (que lo ha entrevistado durante 40 años), revela a los lectores hispanohablantes algunos momentos decisivos de su biografía y las claves más íntimas de su pensamiento y su universo literario.
En función, sobre todo, de las diferentes vertientes genéricas que ha recorrido la obra de Cees Nooteboom, Universo Nooteboom se estructura en siete partes:
1. Nooteboom filósofo: Rüdiger Safranski e Isabel-Clara Lorda exploran el sustrato filosófico que recorre toda la obra de Cees Nooteboom.
2. La poesía de Cees Nooteboom
3. Narrativa de ficción de Cees Nooteboom
4. Nooteboom ensayista
5. Nooteboom, el viajero
6. Tres relatos breves que, escritos por autores tan dispares como la escritora venezolana Victoria de Stefano, la mexicana Valeria Luiselli y el joven escritor asturiano Jaime Priede, tienen como protagonista a Cees Nooteboom y demuestran el poder inspirador de su escritura.
7. La última palabra: Cees Nooteboom
Los autores
Jesús Aguado (“nació casi en Sevilla”, España, 1961)
Tomás Albaladejo (La Unión, España, 1955)
A. S. Byatt (Sheffield, Reino Unido, 1936)
Jorge Carrión (Tarragona, España, 1976)
Antón Castro (Santa Mariña de Lañas-Arteixo, España, 1959)
Santos Domínguez (Cáceres, España, 1955)
Mariana Enriquez (Buenos Aires, Argentina, 1973)
Jesús Ferrero (Zamora, España, 1952)
László Földényi (Debrecen, Hungría, 1952)
Fernando García de la Banda (Madrid, España, 1959)
Erik Haasnoot (Katwijk aan Zee, Países Bajos, 1968)
Marina Gasparini Lagrange (Caracas, Venezuela, 1955)
Pedro Alejo Gómez Vila (Bogotá, Colombia, 1953)
Clara Janés Nadal (Barcelona, España, 1940)
Isabel-Clara Lorda Vidal (Londres, Reino Unido, 1956)
Valeria Luiselli (Ciudad de México, México, 1983)
Alberto Manguel (Buenos Aires, Argentina, 1948)
Teresa Martín Taffarel (Buenos Aires, Argentina, 1940)
Mercedes Monmany (Barcelona, España, 1957)
Glenn W. Most (Miami, Estados Unidos, 1952)
Connie Palmen (Sint Odiliënberg, Países Bajos, 1955)
Luis Pancorbo (Burgos, España, 1946)
Piet Piryns (Gante, Bélgica, 1948)
Jaime Priede (Langreo, España, 1965)
Rüdiger Safranski (Rottweil, Alemania, 1945)
Andrés Sánchez Forero (Bogotá, Colombia, 1985)
Carlos Skliar (Buenos Aires, Argentina, 1960)
Victoria de Stefano (Rimini, Italia, 1940)
Constanza Vergara (Santiago, Chile, 1978)
Juan Villoro (Ciudad de México, México, 1956)
PrólogoCornelis Johannes Jacobus Maria Nooteboom vio la luz por primera vez en La Haya en 1933 y en 2013, cuando el escritor holandés cumple 80 años, hemos querido celebrar sus casi seis décadas de continuada experiencia literaria y el momento de plenitud creativa que está viviendo actualmente, con la publicación de Universo Nooteboom, un acercamiento plural y crítico a su personalidad y a su poliédrica obra, que tiene el propósito de descubrir todavía más a los lectores hispanohablantes la fascinante literatura de Cees Nooteboom.
Universo Nooteboom recoge un amplio abanico de textos, muchos de ellos inéditos, en los que 36 autores (poetas, novelistas, ensayistas, filósofos, académicos, traductores, críticos literarios y periodistas culturales) reflexionan, desde procedencias geográficas y registros muy distintos, sobre la compleja y heterogénea obra del escritor de lengua neerlandesa más universal.
Cees Nooteboom –como él mismo confiesa en Hotel Nómada 1– ha seguido siempre “los dictados de su alma” y ha tratado de hacer de su vida un proyecto personal. En 1950, con sólo diecisiete años, Nooteboom abandonó su casa y emprendió su primer viaje al extranjero (fue en bicicleta a Bélgica y a Luxemburgo) y desde entonces no ha parado de viajar. Sus viajes en autoestop por Europa inspiraron, en 1955, su primer libro, Philip y los otros, una novela muy bien acogida en Holanda, que a los veintidós años lo convirtió ya en escritor. Desde ese momento, este y el de viajero, fueron sus destinos elegidos.
Poeta, novelista, ensayista, viajero... Cees Nooteboom es un autor polifacético, al que es imposible encasillar en ningún género ni clasificar con etiquetas literarias convencionales. Como su literatura, Nooteboom es un escritor de digresiones, de desvíos. Y la digresión, omweg en neerlandés, invita a meditar. Lo dice el Tiburón Mendoza En las montañas de Holanda 2, “hay países donde meditan con esa palabra: om, om, om…” A veces los nombres dan pistas y no parece casual que el apellido “Nooteboom” signifique “nogal”. Los libros de Cees Nooteboom, al igual que los frutos con forma de cerebro del nogal, alimentan el espíritu: nos hacen pensar y cuestionar el mundo, y por ello, como dicen los ingleses, son food for thought, alimento para la mente.
Alberto Manguel defiende en este libro que la literatura de Cees Nooteboom es ante todo el desarrollo de un pensamiento: sus inclasificables escritos van urdiendo un mundo nuevo, que sólo puede ser descifrado por el lector que forje sus propias ideas. Sus técnicas narrativas predilectas son, pues, las de la literatura de la digresión: el uso frecuente del estilo libre indirecto para mostrarnos desde dentro lo que piensan los personajes; el narrador omnisciente, que expresa sus propias opiniones, a menudo en forma de comentarios irónicos; la comparación de la época a la que pertenece el narrador con la época a la que pertenecen los personajes, lo que permite al autor meditar acerca de temas eternos como la muerte y la inmortalidad, las fuerzas que rigen los cambios sociales, el papel que desempeña el arte o el ritual de la escritura y la lectura.
Universo Nooteboom se abre con un ensayo de título significativo, “Nooteboom filósofo”, en el que el pensador y escritor alemán Rüdiger Safranski insiste en la sensibilidad metafísica que alienta toda la obra de Cees Nooteboom, un escritor que explora permanentemente lo enigmático y que, en el prólogo de Perdido el paraíso 3, confiesa que “el misterio al que los demás renuncian a mí siempre me ha intrigado”. Isabel-Clara Lorda Vidal se imagina un vínculo entre el ojo del huracán de Cees Nooteboom y el corazón del remolino de Rafael Argullol, para concluir que, en ambos escritores, el arte es expresión del enigma del alma humana y de la dimensión espiritual de la vida.
Ante todo Cees Nooteboom se considera poeta. Lo afirmó con rotundidad en 2003, durante el homenaje que le dedicó el Círculo de Bellas Artes de Madrid: “La poesía es la sede de mi empresa; el resto de mi obra son sucursales” 4 y lo corrobora en el documental Desvío Nooteboom, que acompaña este libro: “En el centro, que soy yo, está el poeta”. Consecuentemente, varios textos de Universo Nooteboom profundizan en esta vertiente fundamental de su literatura: Pedro Alejo Gómez Vila propone una peregrinación por los diferentes senderos abiertos en la poesía de Nooteboom; Clara Janés lo define como un poeta atento, que espera la llegada de la palabra; Tomás Albaladejo considera que en sus poemas se funden percepción y consciencia; Fernando García de la Banda comenta las características más singulares de la poesía de Nooteboom y las dificultades con las que se ha encontrado al traducirla, y Santos Domínguez descubre algunas claves de Autorretrato, el último libro que, en colaboración con el artista alemán Max Neumann, ha publicado hasta ahora el poeta holandés.
También la narrativa de Cees Nooteboom es un intento de interrogar al misterio. Lo señala A. S. Byatt, cuando afirma que sus novelas son la metáfora de un mundo y que esas novelas-metáforas “son un modo de pensar con precisión en los misterios”, además de un intento de penetrar en un territorio inestable, donde los límites entre realidad y ficción son a menudo confusos. De eso y del desvío de los otros (vivos, en el caso de Philip y los otros; o muertos, en el caso de El caballero ha muerto) para llegar al autoconocimiento (que es “el eslabón que enlaza las novelas de Nooteboom con la mística”), es de lo que habla el ensayo de László Földényi, “El desvío a la mística”, con el que encabezamos esta sección.
El ensayo de Connie Palmen se ocupa de El caballero ha muerto. Pese a que esta novela todavía no ha sido traducida al castellano, “Morir y empezar de nuevo” es un texto clave para entender la evolución de la narrativa de Nooteboom , al establecer un puente entre su primera novela, la citada Philip y los otros, y la posterior, Rituales, cuyo prólogo, escrito por A. S. Byatt, puede leerse seguidamente. El artículo de Glen W. Most profundiza en La historia siguiente, mientras que Jesús Aguado nos invita a desplegar nuestras alas, para adentrarnos en su Poética del ensueño y perdernos en el paraíso de Nooteboom. En “La desnudez de la vida”, el novelista Jesús Ferrero, hace una reflexión sobre el significado del morir y del vivir en el libro de relatos Los zorros vienen de noche y Alberto Manguel cuenta su experiencia como lector de Cees Nooteboom, durante muchos años. Según el escritor argentino no necesitamos seguir un orden cronológico en la lectura de los libros de Nooteboom, para progresar con el autor en el aprendizaje de cómo escribir y de cómo leer.
Dos textos dedicados a la novela Cartas a Poseidón cierran este apartado. El escritor mexicano Juan Villoro comenta que Nooteboom –al verter, en primera persona y sin esperar respuesta, los pensamientos que brotan del yo profundo– demuestra que el género epistolar es el género del alma. En su emotiva aproximación a la última novela de Cees Nooteboom, Erik Haasnoot dirige varios guiños de complicidad a los lectores más fieles del escritor holandés.
La cuarta parte del libro se centra en la faceta de ensayista de Cees Nooteboom. Teresa Martín Taffarel explica cómo Nooteboom consigue siempre enriquecer las obras de arte que contempla y comenta, con nuevas e insólitas percepciones; En “Cees Nooteboom. El asombro en la mirada”, Marina Gasparini Lagrange reflexiona, a partir de los libros Zurbarán y El enigma de la luz, sobre la personalísima mirada de Nooteboom y Santos Domínguez se detiene en la fascinación del silencio que siente cuando se acerca a la obra de Zurbarán. A través de una carta dirigida a Nooteboom, Carlos Skliar detalla los pensamientos que le ha generado la lectura del libro Tumbas de poetas y pensadores, donde los textos del autor holandés conviven con las fotografías de su esposa Simone Sassen. Por último, el artículo de Constanza Vergara aporta una singular reflexión acerca de Cómo ser europeos, uno de los libros centrales de Nooteboom.
Sobre el viajero que eligió ser Cees Nootebom y sobre la sabiduría que proporciona el viaje giran la quinta parte del libro. László Földényi considera que el viaje, en Nooteboom, es el contacto con una alteridad que interpela, inquieta y sugiere. Mientras que un traslado es una acción puramente instrumental, el viaje contiene siempre un aprendizaje y una aventura potencial. Jorge Carrión define a Cees Nooteboom como un metaviajero, que ”en sus viajes elabora el regreso” y al que “le interesa menos ir que volver”.
Según Anton Castro –que en “El corazón español del nómada” sigue los pasos de Cees Nooteboom por la geografía española– probablemente sea España el país en el que más insiste el escritor holandés en el conjunto de su obra y al que más regresa. “Una de las pocas constantes en mi vida es mi amor –no hay una expresión inferior– por España”, confiesa en Desvío a Santiago5. Luis Pancorbo, a propósito de la publicación de Lluvia Roja, habla de la vida de Nooteboom en Menorca y de sus vecinos en la isla, en la que pasa largas temporadas desde 1967, mientras que Mercedes Monmany desarrolla el concepto de nomadismo en Nooteboom.
Con motivo de la publicación en Argentina de Hotel Nómada y Desvío a Santiago, Marian Enríquez hace hincapié en esa dialéctica entre el movimiento y la calma, tan constante en el andar por el mundo de este holandés errante. Pedro Alejo Gómez Vila insiste en que, al viajar, el pensamiento de Nooteboom gana en profundidad y su mirada se vuelve más astuta. Andrés Sánchez Forero nos da cuenta de que “el movimiento, en palabras de Nooteboom, se adelanta al pensamiento”, a la calma que proporciona la habitación de hotel, que es donde se va forjando el significado del viaje.
Victoria de Stefano cuenta su experiencia como lectora latinoamericana de Nooteboom en “Peregrinajes; de océano en océano” e Isabel-Clara Lorda Vidal se imagina un vínculo entre el ojo del huracán de Cees Nooteboom y el corazón del remolino de Rafael Argullol, para concluir que, en ambos escritores, el arte es expresión del enigma del alma humana y de la dimensión espiritual de la vida.
Jaime Priede se imagina a Cees Nooteboom paseando por las calles de Berlín, la ciudad donde, según piensa Nooteboom, se prepara el destino de Europa.
Universo Nooteboom concluye cediendo por fin la palabra al propio Cees Nooteboom. Reproducimos una interesantísima serie de entrevistas que el periodista Piet Pyrins ha ido realizando a Nooteboom a lo largo de casi tres décadas y con una larga conversación que, con motivo de la aparición de este libro, mantuvo el autor holandés con el escritor argentino Alberto Manguel, uno de los más reconocidos especialistas en su obra.
Sobre esta relajada conversación con Manguel en su casa de Amsterdam –donde Cees Nooteboom revela algunos secretos de su escritura y de sus libros– se estructura Desvío Nooteboom, un documental inédito de algo más de una hora de duración que ofrece al espectador valiosos detalles de la vida literaria y cotidiana del escritor holandés. Con Desvío Noteboom entraremos además en la casa que Cees Nooteboom tiene en “su isla” (como llama cariñosamente a Menorca) y lo acompañaremos en sus viajes por Venecia y Córdoba, donde participa en importantes festivales literarios. Los testimonios, críticos y personales de algunos de sus amigos y mejores lectores (el fotógrafo holandés Eddy Posthuma de Boer, el editor y escritor Jacobo Siruela, el compositor Benet Casablancas –que también firma la banda sonora–, y el pintor y poeta Miguel Ybáñez) completan este excepcional acercamiento a la figura de Cees Nooteboom.
Nunca podremos agradecer bastante la generosidad de todos los que convirtieron este viaje Nooteboom, con sus digresiones y desvíos, en uno de los más lujosos y estimulantes de nuestra vida. Queremos agradecer sobre todo la calidez y el afecto con que siempre nos han tratado Cees Nooteboom y Simone Sassen, y el entusiasmo con que acogieron este proyecto nuestros amigos, Olga Martínez y Paco Robles, que en la ejemplar trayectoria de la editorial Candaya demuestran, año tras año, que sigue habiendo un público sediento de libros de calidad.
Astrid Roig y Erik Haasnoot