UNMADE BEDS (Alexis dos Santos, 2009)

En el 2006, el argentino Alexis Dos Santos se dio a conocer con Glue, un inspirado retrato de familia disfuncional que sorprendió a la crítica y ganó un premio en el Bafici pero nunca llegó a estrenarse comercialmente en Buenos Aires. Tres años más tarde, ya radicado en Londres, Dos Santos volvió a la carga y filmó Unmade Beds una coproducción anglo-francesa que paso por Sundance, Rotterdam y Berlín y demostró hasta qué punto su director se ha convertido en una estrella en el circuito de festivales.Unmade Beds recupera una zona que Dos Santos ya había trabajado enGlue: el desamparo juvenil pero deja fuera de cuadro la institución familiar. De hecho los dos héroes del film, Axel y Vera, son de algún modo parias, piezas sueltas de un mecanismo que ha quedado atrás, vidas que boyan un poco a la deriva, lejos de toda contención familiar.Axel es un chico español que vive en Londres y busca a su padre que lo abandonó cuando tenía tres años. Vera es francesa y trata a toda costa de escapar de una catástrofe amorosa. Tienen veinte años y los dos confluyen de manera casual, como suceden las cosas en el mundo contemporáneo, en una casa tomada de Liz Bondon, suerte de gigantesco depósito convertido en centro cultural, lugar de fiestas y sala de ensayos donde vive una pequeña comunidad de bohemios internacionales.¿En cuántas camas habré dormido a lo largo de mi vida? Se pregunta Axel al principio del film. La pregunta es cualquier cosa menos frívola. Despertarse en una cama ajena y no recordar nada de lo que pasó durante la noche es quizá la experiencia clave de una forma de vida que solo se reconoce a sí misma en el nomadismo, la precariedad, el cambio continuo.¿Encontrará Axel a su padre? ¿Se curará Vera sus heridas de amor? Los héroes de Unmade Beds son criaturas del presente apegadas sólo a los misterios de un día a día impredecible. Pero tienen también un futuro por delante, un futuro incierto, no necesariamente feliz pero cuyas pistas Alexis dos Santos rastrea con una sensibilidad extraña, tan taciturna y entristecida como la música de Tindersticks que suena en toda la película.
Presentación realizada por Alan Pauls en junio 2011 en el marco del ciclo Juventud, divino tesoro, Primer Plano I.Sat.
Transcripción del siguiente enlace audiovisual: https://vimeo.com/24566806