El sábado pasado por la tarde se registró en el distrito de Chamartín, en Madrid, un incendio y su foco de origen fue la zona mixta del estadio Santiago Bernabéu.
Tras caer derrotados ante el Atlético en el derbi madrileño, Cristiano Ronaldo, quizás por verse a doce puntos del Barcelona, descargó toda su rabia e impotencia contra sus compañeros ante unos periodistas atónitos por asistir a una nueva "rajada" del portugués.
La frase lapidaria "si todos estuvieran a mi nivel, iríamos primeros" , aunque instantes después intentara matizar que se refería al tema de las lesiones, sigue resonando a día de hoy en las paredes del estadio, en el vestuario y en los aficionados no solo del equipo blanco.
Te equivocaste CR7. Mucho. Y no es la primera vez. Todo amante del futbol reconoce tu grandeza, no hay duda de que eres uno de los mejores del mundo, pero muchas de tus actitudes tanto dentro como fuera del terreno de juego achican tu calidad.
Podrás ser el más aplaudido, el más goleador pero te olvidas que para lograr hitos personales primero vienen los colectivos y todo ello nace con un vestuario unido, donde la máxima expresión sea al más puro estilo D'Artacán: Uno para todos y todos para uno, de la cuál tú haces cuál estrategia del fuera de juego dejando a tus compañeros "en paños menores".
Te recomendaría que intentaras aprender de Andrés Iniesta que esta semana hizo unas declaraciones muy ligadas a las tuyas. El manchego es querido hasta por el rival de la misma ciudad (el Espanyol), le han aplaudido en todos los estadios (salvo en San Mamés donde le pitan), tiene calidad sobrante como para que le hubieran dado un Balón de Oro, por ejemplo en 2010.
Es capitán de su equipo y sobretodo un líder encubierto ya que no se llevará los premios, para eso ya está Messi, pero es el prototipo de anti-futbolista por naturaleza, quizás por eso se le admira más y cuando habla, aunque sea poco dice mucho. Él mismo te ha dado la clave del éxito: "el secreto es ser humilde".
Dejando al margen el forofismo, tus declaraciones no son dignas de ningún jugador indiferentemente de la camiseta que defienda. Para que uno pueda seguir llevándose balones de oro, previamente han tenido que llegar logros colectivos y para alzarse con pichichis y botas de oro como máximo goleador se necesitan compañeros que den pases o centros milimétricos. Si no gana el equipo, no gana el individuo. Y el orden de factores de alterarse no produce resultado positivo.
Andrés IniestaCristiano RonaldoR.Madrid C.F.