Unos apuntes sobre pobreza en España

El mundo en el que vivimos, uno de los más desiguales de los últimos tiempos, establece una dualidad entre seres humanos de primera clase y segunda clase. La crisis económica ha puesto de manifiesto un fenómeno ya olvidado en los países desarrollados. La pobreza, aquella que recordaban nuestros abuelos que habían vivido tiempos difíciles, ha vuelto para quedarse durante un tiempo en la sociedad española del siglo XXI.

Recientemente el INE ha publicado los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida realizada para 2014. En este informe se evalúa la situación económica de los españoles atendiendo a varios criterios que se podrían considerar importantes para analizar el grado de pobreza de una sociedad:

• No permitirse irse de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año
• No hay capacidad para realizar gastos imprevistos
• Mucha dificultad para llegar a fin de mes
• Retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal

Cada uno de estos criterios es representativo de un hogar en situación de riesgo de pobreza. ¿Quién no puede marcharse de vacaciones al menos una semana al año? Pues nada más y nada menos que un 45% de los hogares entrevistados en 2014. Una cifra 5 puntos superior a la obtenida en el año 2010. Por otro lado, si atendemos a la segunda variable considerada previamente, el porcentaje de hogares que no tienen capacidad de realizar gastos imprevistos supone ya un 42,4%, es decir, un 3,9% mayor que en 2010. Unas cifras que preocupa por su rápido crecimiento. Pero hay más. En lo que respecta a aquellas familias que tienen dificultades para llegar a fin de mes, un 16,1% tiene dificultades en este sentido, respecto al 14,2% de 2010. Y por último en lo que respecta a los retrasos de los pagos de la vivienda principal, estos se han incrementando en un 1,5% entre 2014 y 2010, evidenciando una mayor dificultad de estos hogares para hacer frente a sus deudas.

Fuente: INE

Atendiendo a los niveles de ingresos medios, estos cayeron en 2013 respecto a 2012, lo que puede deberse tanto al alto nivel de desempleo existente en ese momento, como a la caída generalizada de los salarios medios durante la crisis. Por otro lado, el porcentaje de población en riesgo de pobreza en 2014 aumento un 1,8% en comparación a la encuesta de condiciones de vida de 2013, teniendo en cuenta que por armonización estadística con Eurostat se fija el umbral el riesgo de pobreza en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo de las personas. Si consideramos que el ingreso ha caído durante este periodo, es lógico que también lo haya hecho el umbral de riesgo de pobreza (un 1,9% menos que el año anterior).

Esta situación de riesgo de pobreza no parece que vaya a dejar de aumentar en el corto – medio plazo. El elevado paro, que es el principal problema de la economía española y quebradero de cabeza también para la UE, parece no reducirse lo suficiente si tenemos en cuenta el fuerte crecimiento del PIB en el primer trimestre de 2015. Las reformas laborales llevadas a cabo por el actual gobierno no han tenido los efectos deseados en el mercado de trabajo, que continua girando en torno a contratos precarios y una importante temporalidad.

Por sectores de población, la situación de riesgo de pobreza ha empeorado en mayor medida entre los individuos menores de 16 años. Las adversas circunstancias económicas parecen cebarse más con los jóvenes, no sólo con aquellos que están en edad de trabajar, sino también con los que se encuentran en edad de educación obligatoria. Cada vez hay más niños que por un contexto familiar económicamente complejo tienen dificultades para acceder a recursos básicos, como por ejemplo, una correcta alimentación. Según el informe Cáritas Europa sobre el impacto social de las medidas de austeridad aplicadas en los países más golpeados por la crisis, un 29,9% de los españoles menores de 18 años viven al borde de la exclusión social. Un porcentaje que se amplia hasta el 33,8% si consideramos el último informe de la ONG Save the Children. 

En el lado contrario, la situación de riesgo de pobreza disminuye en la población de mayores de 65 años, debido fundamentalmente a que en general este sector de la sociedad no se ve comprometido por hipotecas de su vivienda principal.

Fuente: INE

En lo que respecta a la situación por CCAA, parece ser que la pobreza está correlacionada con el nivel de desempleo por regiones. Como se observa en el gráfico, aquellas comunidades con más desempleo son las que poseen un mayor riesgo de pobreza. Parece obvio que existe un desequilibrio importante entre el norte y el sur en este sentido. Por el lado contrario, las regiones con menos desempleo también presentan un índice de riesgo de pobreza menor, como por ejemplo: Comunidad de Madrid, Pais Vasco y Navarra.

La preocupación aumenta al observar que la pobreza aun no ha tocado techo. El hecho de que este fenómeno se pueda convertir en endémico y estructural no es nada fácil de asimilar a nivel social. Las políticas europeas actuales (proliberales) han alterado el equilibrio alcanzado en anteriores generaciones. Un Estado de Bienestar que se encuentra amenazado ante una falta de interés político por mejorar la calidad de lo público y los derechos más básicos de los ciudadanos europeos. En España esa situación es especialmente compleja, teniendo en cuenta el desolador panorama dejado atrás por la crisis económica, que aunque ha desaparecido en términos macro, sigue haciendo de las suyas a nivel micro. Priorizar debe ser la palabra clave. Tolerancia cero contra la pobreza debe quedar por escrito en cualquier política pública. Unos presupuestos del Estado que se giran contra los ciudadanos no son dignos de ser votado en un congreso elegido por un estado democrático, cuya constitución garantiza una serie de derechos mínimos. Priorizar debe ser la norma porque como decía Gandhi, la pobreza es la peor forma de violencia.

Referencias:

– Encuesta de Condiciones de Vida

– Informe Foessa – Caritas 2014

– Save the Children Report sobre educación en España