LAS BODAS DE PLATA
Muchas veces hemos tenido que escuchar que por qué no celebramos las bodas de plata en 1930. Las ideas fueron tan peregrinas como justificarlo por no saber qué hacer con José María Miró.
Los amantes del argumento de las Bodas de Plata nos lo ponen en bandeja. Nos achacan que los nuestros no hablaron nunca de 1890. Suponemos que es debido a que otros sí tenían tan claro desde primera hora que eran de 1889. Utilizando ese argumento, tan contundente cuando se emplea contra el Sevilla, podremos ver que en la orilla atlántica celebrarían sus Bodas de Plata en diciembre de 1914.
Consultamos los textos dedicados al Recreativo, los serios y los otros, pero no encontramos nada.
Así que nos fuimos a la prensa del día, igual se les había escapado a los amigos de Huelva. La Provincia, en las vísperas no traía esto:
Pruebas de pedestrismo, poco ambiente para una solemnidad. Sigamos buscando.
Pasamos la fecha, y el lunes 28 nos cuenta el partido del domingo, el Club Recreativo se desplazó a Sevilla, nos lo cuentan con detalle.
Una completa crónica del partido en el que el Betis estrenaba el título de Real, pero no era lo que buscábamos.
Cundía el desánimo, no había Boda, pero la suerte nos sonrío de nuevo, más bien, como siempre, y en la columna de al lado a la crónica encontramos esto:
Encontramos una Boda, no era de plata, pero después de tanto buscar no nos íbamos a venir de vacío.
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