Revista Opinión
Señores peperos, dimitir no es un nombre ruso, significa lo que ustedes tienen que hacer en estos momentos y no seguir haciendo daño al país; si en un año han logrado tantos destrozos, no imagino lo que pasaría si ustedes siguieran en el poder otros tres años más. Por favor, eso de reirse en nuestras caras es de muy mal gusto; cada vez que los mentirosos medios de comunicación hacen mención de alguno de sus nombres, se nos altera el organismo, la presión arterial se eleva, las úlceras gástricas crecen, las afecciones cardiacas se hacen más graves. El 85% de los españoles tiene problemas de insomnio; el estrés crece como la espuma, el consumo de ansiolíticos se ha disparado; la gente se ahoga -literalmente- los ataques de ansiedad hacen que las personas respiren con dificultad; se nos cae el pelo, aunque parezca exagerado es cierto, los problemas psicológicos que nos estais provocando causan este tipo de alteraciones físicas; cada día hay más fumadores; miles y miles de personas que viven al borde de la supervivencia pueden caer al precipicio con tan sólo un empujoncito y cada día ustedes están empujando a más y más personas a la precariedad total. Lo más posible es que esta carta no les llegue y un millón de firmas no sean suficiente razón para hacer que ustedes se vayan, pero pueden estar seguros de que esto no les saldrá gratis y el pueblo al final les pasará factura. Ahora ustedes ríen y el pueblo llora; pero no olviden que el que ríe de último ríe mejor.