Urdangarín el ejemplo máximo de una España de corrupciones

El yerno del rey, Iñaki Urdangarín está prestando declaración por unas más que sospechosas acciones empresariales que hacen dudar de la ética del empresario y, sobre todo, de la idoneidad de ese actuar de un miembro de la familia real.Todos sabemos en el país en que estamos abundan los hombres de paja y testaferros. También conocemos que desde que La Zarzuela, previo estudio, recomendó muy vivamente al Duque de Palma se alejará de sus socios comerciales y empresariales han pasado años suficientes para que las prescripciones o las escondites hagan que la posible condena sea menor, muy menor. Conocemos que la defensa y cobertura de la familia real ha sido un general durante toda la democracia, quizás como último hijo de una transición que requería una imagen del Rey incólume y defendible casi por todos. Todo ello parece haber acabado con esta ruptura del "encantamiento" de la primera familia campechana del país.El daño está hecho, el de la personas, en el desmejoramiento y lejanía de Urdangarín en Washington. También en el de la verdad de la justicia si al final queda con una condena pírrica o incluso una absolución difícil de masticar dados los datos que cada día asoman a los medios.El daño realizado a la familia real, obligada a ostracismos y desmarques de cintura ligera para evitar que se unan los nombres, se junten las ideas, se asocien los movimientos, será el más importante. Ya que fue la razón y la causa que parecía dar inmunidad al balonmanista ante cualquier acto, el que permitía cualquier cosa y acercársele cualquier satélite aprovechado. También es el que parece que asegura que la justicia será bonancible para el yerno de la segunda hija del monarca.Este es el signo penúltimo, o quizás primero, de una era en España donde el tomar lo de todos, para quedárselo, era lo común, tanto que parecía lo lógico, lo impune, lo necesario. Y además las elecciones no lo han considerado bajo ningún concepto renovando mayorías con escándalos del tamaño de un iceberg como si el robar fuera el fielato propio del señor feudal que adquiere su puesto pagándoselo a la democracia en forma de teatro electoral.En este escenario menestral y plebeyo es donde, presuntamente, ni la vergüenza torera de ser familia del jefe del Estado paró un impulso por la riqueza de aluvión que no paraba. Es la metáfora del signo de estos tiempos, desde los choricetes cercanos a ayuntamientos a individuos que han estado más cerca de ministros, presidentes de comunidad o miembros de la familia real de lo que es recomendable. Y todos ellos han considerado el inflar facturas, el ubicar empresas fuera del control de hacienda, el comprar facturar o el engañar como estrategia empresarial básica y aceptable.Un tiempo que algún día tendrá que acabar, esperemos que este sea el Rubicón.España, ladrones, plebeyos, ladrones reales. Recuerdos del día de mañana.Imagen: http://www.abc.es/20120226/espana/abci-urdangarin-juzgados-noos-201202260926.htmlDespierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.