En el discurso político y las acciones de los gobiernos reformistas batllistas, el concepto de democracia reúne un contenido político y social, en términos actuales diríamos que su concepto es de democracia sustantiva, entendiendo la misma como inclusión no solamente de las masas a la participación política sino también al goce de derechos sociales y culturales.
Muestra de ello son las medidas adoptadas en beneficio de los sectores más carenciados que anteriormente consignamos, como la creación del Consejo Nacional de Subsistencias o la creación del Consejo de Asignaciones Familiares y la extensión de los beneficios prestados al núcleo familiar, a los hijos de obreros y trabajadores.
Se vinculaba la justicia social a la alimentación, a resolver el problema del hambre considerando que este no puede esperar a cambios graduales, que demoren dos generaciones. Las reformas sociales para Batlle Berres debían acelerarse y en ese sentido manifestó una urgencia por llevar adelante las mismas que lo diferenció del primer Batllismo.
“El neobatllismo de los cuarenta y cincuenta constituyó un tercer momento de expansión del Estado social y empresario que se expandió tanto bajo la modalidad estatista (al estilo del primer batllismo) como en la más puramente regulatoria (al estilo del terrismo)”.*
La legislación y la gestión administrativa del período promovieron una profundización de la democracia desde una perspectiva ideológica liberal reformista. Además de la alimentación, la extensión de la educación, se constata la búsqueda de acercar la cultura y en particular el arte a la más amplia población posible.
La democratización que consolidan presenta sin embargo claras debilidades. Se desarrolló en el marco del proceso de industrialización que entre 1930 y 1955 cambió estructuralmente la economía del país. La industria se transformó en el sector dinámico, contribuyendo a la redistribución del ingreso nacional. Transformó insumos nacionales e importados de escaso valor agregado. El resultado final fue una industria muy vulnerable a la disponibilidad de las divisas externas y a los cambios en el ingreso nacional y su distribución. Salvo la industria de la carne y textil ninguna fue capaz de generar las divisas necesarias para su funcionamiento. “Crecieron “hacia adentro”, y no “desde adentro” generando espacios competitivos externos.“ **
Entre 1944-1955 el crecimiento acelerado de la industria manufacturera, se despega de la evolución del PBI. Aumentaron los precios de las exportaciones, en particular la lana y se reforzaron los instrumentos proteccionistas (restricciones y prohibiciones) junto a la sobrevaluación del peso que abarató los medios de producción importados. La suba de salarios cuestionó la rentabilidad esperada, el gobierno respondió instrumentando o profundizando una política de subsidios directos e indirectos al salario (asignaciones familiares, subsidio a alimentos básicos y al transporte).
El mercado interno era el principal destinatario de la industria nacional y el Estado fomentó el aumento del consumo con la creación empleos, necesarios dada la ampliación de los servicios brindados, pero que fueron distribuidos con un criterio clientelista, con el objeto de asegurar votos y no priorizando la idoneidad para el desempeño de la función lo cual evidencia debilidades y contradicciones del proceso democratizador implementado y constituirá un problema a futuro.
No obstante ello, en el período estudiado el discurso democratizador tuvo un efecto en la realidad, las propuestas se concretaron en leyes y acciones adoptadas por quienes ocupaban cargos de gestión en instituciones estatales que contribuyeron a realizar la utopía democratizadora.
El discurso tuvo en aquel tiempo una función utópica que pasó del pensamiento a la acción. La utopía también se concretó en la medida que los hombres de aquel tiempo fueron lo que creyeron ser y lo que otros creyeron que eran.
Actuaron durante una fase de crecimiento económico del país que cesó en 1957, año en el que se inicia una profunda crisis que pone de manifiesto las debilidades del modelo y su fracaso, lo que llevó al triunfo de las fuerzas opositoras en las elecciones de 1958.
Gobiernos reformistas en Uruguay 1947-1958: ¿profundización de la democracia en los inicios de la Guerra Fría? de Cecilia Arias Profesora Adjunta en Historia del pensamiento político y social, Asistente en Historia de las Ideas, Facultad de Derecho, Universidad de la República (UDELAR), Uruguay.Fuente:https://journals.openedition.org/nuevomundo/72965#ftn5
*Instituto de Economía, El Uruguay del siglo XX. La Economía, Montevideo, EBO, 2005, p. 45
.** Instituto de Economía, El Uruguay del siglo XX. La Economía, Montevideo, EBO 2005, p. 38
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