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¿Usas correctamente los antibióticos?

Publicado el 14 noviembre 2018 por Starfarma

¿Usas correctamente los antibióticos?

Teníamos un arma fantástica que se nos está volviendo en contra. Antes los antibióticos salvaban vidas y ahora no funcionan. ¿Qué hemos hecho?

Durante años se ha abusado y se ha hecho un mal uso de los antibióticos (amoxicilina, Augmentine...). Se tomaban cuando no se debían y por ese motivo las bacterias se han vuelto resistentes a su acción.

Te recuerdo en qué casos NO debes tomar antibióticos:

  • Si tienes fiebre.
  • Si te duele una muela.
  • Si tienes cistitis (a menos que te lo haya recetado el médico) o estás empezando a notar los primeros síntomas.
  • Si tienes gripe o un resfriado.
  • Si te lo recomienda tu vecina, tu cuñado o el lumbreras de turno.
  • Si tienes cualquier tipo de virus u hongo.

Repite conmigo: solo tomaré antibióticos cuando me lo recete mi médico.

Tampoco quiero que te indignes cuando vayas con tu gripazo al médico y solo te recete paracetamol. Es totalmente normal. La gripe está producida por un virus, por lo tanto, no es necesario tomar antibiótico.

"Ya Paloma, pero es que al final siempre me terminan mandando antibiótico y así atajo". Puede suceder que los mocos producidos por la gripe provoquen una infección de las vías respiratorias. Y es ahí, cuando vuelves al médico y te vas con tu antibiótico a casa, más feliz que una perdiz.

A los enamorados de los antibióticos les voy a contar unas cuantas cosas. En el momento que te tomas un antibiótico sin necesitarlo pasan varias cosas. Atención spoiler: todas malas. Te estarás cargando toda la flora buena que tenemos y no habrás resuelto nada.

Las reacciones adversas de tomar antibióticos pueden ser: bajada de defensas, diarreas y crecimiento de hongos (vaginales y bucales sobre todo)... Son algunas de las lindezas que te puede ocurrir.

Es cierto que los antibióticos cada vez son más específicos pero en general ellos no saben diferenciar entre una bacteria buena o mala. Sobre todo los típicos como la amoxicilina o la amoxicilina aliñada con ácido clavulánico, que son más comunes que los piojos en los colegios.

Total, que nada más empezar a tomarte el antibiótico, el primer comprimido entra con ametralladoras a disparar contra diestro y siniestro. Y claro, el aparato digestivo sufre y llora. Las bacterias buenas que nos defienden de los malos están bien muertas y al ser destronadas, pueden subir al trono de hierro los hongos. Que son más pesados que una vaca en brazos y/o que no se van ni con agua caliente.

Por otro lado, pasa algo parecido al cuento de "El pastorcito y el lobo" en versión farmacéutica. De tanto tomarlo, cuando tiene que funcionar de verdad ya no funciona.

Por cierto, no son las personas las que se vuelven resistentes a los antibióticos, si no las bacterias. Han desarrollado mecanismos para evitar la acción mortal de los antibióticos. Sacan sus escudos, hacen la formación tortuga y si te he visto no me acuerdo.

Tampoco quiero que me malinterpretes y que pienses que estoy en contra de los antibióticos. ¡Para nada! Bien usados, son de las herramientas (junto con las vacunas) más útiles que existen en la saluda pública.

Este problema ha conseguido magnitudes mundiales ya que las bacterias no conocen de países, ni de razas ni fronteras.

La resistencia a antibióticos supone mayores costes sanitarios (los tratamientos son más caros y las estancias en los hospitales son más largas) y mayor mortalidad.

Los tratamientos son más caros porque se utilizan medicamentos, por lo general, más novedosos que llevan menos tiempo en el mercado y por lo tanto son más caros. Las estancias en el hospital son más largas ya que se tienen que realizar más pruebas de lo normal.

Vamos, que no es ninguna tontería.

Moraleja: hagamos un buen uso de los antibióticos si queremos que funcionen cuando de verdad se necesiten.
¿Usas correctamente los antibióticos?

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