La Galaxia es peligrosa... si quieres sobrevivir aquí nunca pierdas tu....... toalla.
Guía del autoestopista galáctico
El tipo que me recoge me explica que él hacia este camino cada mañana andando y que sabe el frío que se pasa, así que me lleva por empatía. Durante el trayecto vamos hablando y me cuenta que es de Córdoba (Argentina) y que trabaja en el aeropuerto, pero que no está contento con esta ciudad.
Por lo que comenta, Ushuaia es como si no perteneciese al país en el que se encuentra. Los sueldos son como en España y los precios que me voy a encontrar son también similares. Gracias al turismo que recibe, los ciudadanos de aquí viven tan bien que incluso tienen 4 coches por casa! Para el turista argentino es cara y, para un mochilero, también.
Llegamos al centro (20 min en coche o menos desde el aeropuerto) y me despido dándole las gracias, a lo que me responde:
-No se merecen.- Y se va.
Lo primero que me sorprende de la ciudad es su mezcla de colores. La vivacidad de las pinturas de las paredes de las casas choca mucho con el blanco de la nieve, es una ciudad muy bonita y su mar engrandece esta cualidad.
A parte de esto, la atmósfera que se respira tiene algo que te hace sentir en el verdadero fin del mundo. No sé si es esa especie de niebla invisible que no se ve pero que ha quedado en mi recuerdo o bien la multitud de cárteles haciendo gala de que estás en la ciudad más austral del mundo. Tiene algo mágico que te transporta al fin de los días.
Para aquellos que temen el frío...no os preocupéis excesivamente, es invierno y la temperatura es muy soportable.Los andes hacen de muro contra el viento y esto provoca que más o menos haga una media de grados muy similar a la que hay en Barcelona durante Enero.
Pronto puedo comprobar que lo que decía el hombre que me había recogido era verdad. Ushuaia tiene casi el mismo tráfico que Barcelona, una cosa sorprendente si sabes que es 10 veces más pequeña. Una lástima, otra ciudad pervertida con el turismo.
Me pongo a buscar el hostal Cruz del Sur, en el cual tengo una reserva para estar dos noches antes de subir al continente. Lo encuentro de forma rápida y me da la bienvenida Ana.
Hablamos durante un rato mientras me explica todo lo que hay por ver y me enseña la habitación que compartiré con otros dos huéspedes. Se sorprende al saber que estaré solamente dos días y me pregunta sobre mi destino.
-¿Quieres subir a dedo? Haberlo dicho antes, es muy fácil, tengo amigos que han ido hasta Alaska así y yo misma hasta Bolivia. El martes por la noche te digo donde situarte.
Salgo un rato a explorar y a deleitarme con la ciudad hasta que oscurece (18:00 pm). Después me hago la cena (benditas sopas de sobre) y hago un poco de vida social en el hostal. Hay gente de todas las nacionalidades pero sobretodo japoneses, con su cámara en mano inclusive. Algunos se hacen fotos sin camiseta para posturear en facebook.
Son las 8:00 AM y me levanto para desayunar (incluido en el precio) y prepararme para el frío, ya que Ana me ha conseguido un bus (200 pesos, caro, si consideras que te lleva a 20 minutos de distancia) para ir al parque nacional de tierra del fuego, del cual hablan maravillas y que es gratis en invierno (la buena suerte me acompaña).
Del hostal vamos tres: yo, Bryan (un neoyorquino) y Edgar (un mexicano). Tengo la misión de guiarlos hasta el bus (como si fuese Gandalf) porque Ana no ha tenido tiempo de explicar la situación del bus a los otros.
Nieva como si no hubiese mañana, pero llegamos fácilmente (tantos años de videojuegos han tenido que servir para algo) y nos subimos al bus (más bien un micro). Una chica brasileña de otro hostal con la que cenaría esa noche nos acompaña.
Cuando nos sentamos viene el guía y nos explica que hay dos rutas para hacer: la del turbal o la de lago roca. Nos recomienda la última pues la primera es peligrosa, ha nevado tanto que los caminos están tapados, pero también nos avisa que aunque sea peligrosa es la más bonita.
Miro a mis compañeros y me dicen que diga la peligrosa, bromeo sobre que vamos a acabar como los de viven y que espero que la brasileña esté tierna. Nos reímos y el chófer pone rumbo hacia el parque nacional (~20 minutos desde Ushuaia).
Nos deja antes de un puente y nos dice que no puede avanzar más por las condiciones climatológicas. Bajamos y empezamos el trekking.
He estado en muchos sitios, pero diría que nunca he estado en un parque natural tan bonito como este. Está lleno de lagos y de mares( los cuales tocan con la Antártida). El agua de este paraíso está limpia y cristalina. Además, hay turbales ( plantas que crecen sobre el agua) que embellecen mucho los parajes acuáticos.
Y lo mejor de todo: las montañas nevadas siempre están presentes en cualquier rincón. Nadie me había dicho que los Andes eran tan bonitos! Bryan no para de flipar con lo que ve y encima tenemos todo el parque para nosotros 4, estamos solos.
Pero la soledad se nos acaba pronto. A las 2 horas de estar allí, empieza a salir el sol con fuerza y con sus rayos llegan nuevos turistas, ¡casi 3 decenas!. Le digo a mis compis que vayamos a otro sitio más apartado y que, si alguno de los nuevos intenta no dejarnos pasar, gritemos que somos "Time Travellers". Después de la broma seguimos por el parque.
No sé cuánto vale en verano, pero si es tan bonito como en invierno , pagad lo que sea, es soberbio. Andando llegamos a una especie explanada donde hay un cártel en el que se indica que a partir de ahí empieza la ruta nacional número 3 que va a Alaska, mi destino (si no me canso antes). Lo miro intentando imaginar cuantas personas han comenzado un viaje desde este punto. Seguro que muchas.
Nos hacemos unas fotos y continuamos con el trekking hasta las 5 (hora que pasa el último de bus). El partido de Brasil contra Alemania nos acompaña durante el camino de vuelta, la gente no para de reírse de la tremenda paliza que están recibiendo los brasileiros, la brasileña, en cambio, parece estar sufriendo bastante por la derrota. ¡Qué manera de vivir el fútbol!
Volvemos a Ushuaia, salgo a cenar con los chicos y la brasileña un rato (empanadas) y, al volver, Ana me dice que me ha encargado un taxi a las 4:30 am para ir al comienzo de la ciudad, el mejor punto para hacer dedo. Me quedan cosas por hacer en la ciudad (ver la prisión, el faro, probar el asado de cordero), pero tengo que llegar a Madryn pronto, el primer contacto de helpx me espera. Así que me voy a dormir temprano sin saber que, en los próximos días viviré, una serie de locas aventuras.&version;