En Bolivia, Chelonoidis chilensis y Acanthochelys pallidpectoris son de las especies más utilizadas por la etnia Ayoreo del área chaqueña quienes las utilizan para realizar resonadores y amuletos. En el primer caso (Resonadores) se utiliza el caparazón hueco de juveniles de C. chilensis y A. pallidipectoris perforado y con un pequeño palito de palo santo (Bulnesia sarmientoi) que a manera de “badajo” suena cuando golpea el interior del caparazón. Los Ayoreo llevan los resonadores atados a la cintura cuando salen de cacería y emiten un sonido particular mientras caminan. Si necesitan comunicarse entre cazadores toman el resonador en la mano y lo hacen sonar igual que una campana. La forma de hacerlo sonar al resonador les permite interpretar como un código que los Ayoreo interpretan y les permite comunicarse entre sí. Por otro lado, los Ayoreo tienen la creencia de que llevar partes de una tortuga (cualquier especie, generalmente C. chilensis y A. pallidipectoris) en su “chuspa” (Especie e bolsito tejido con chaguar [Bromelia sp ó Aechmea sp]) le da al cazador el silencio y sigilosidad de la tortuga (cazadores de la etnia Ayoreo De, Chaco Boreal Paraguayo, Octubre de 1999 com. pers.). Idéntica costumbre tienen los Ayoreo de la región del chaco septentrional boliviano, donde me han referido que conocen a Acanthochelys pallidipectoris y la identifican y como con las otras especies, realizan resonadores con ella también.
Resonador realizado por los Ayoreo de Paraguay con un caparazón de un juvenil de Chelonoidis chilensis y utilizado por los cazadores durante sus recorridas (Octubre de 1999). Colección particular E. Richard. Praktica BC1, 50 mm escaneado de diapositiva.
Resonador realizado por los Ayoreo de Paraguay con un caparazón de un juvenil de Chelonoidis chilensis y utilizado por los cazadores durante sus recorridas (Octubre de 1999). Colección particular E. Richard. Praktica BC1, 50 mm escaneado de diapositiva.
Resonadores de tortuga realizados por los Ayoreo de Bolivia. De izquierda a derecha: Chelonoidis carbonaria (Macho), Chelonoidis denticulata y Phrynops sp. (Santa Rosa de Yacuma, Beni). Museo de Artes Musicales, La Paz, Bolivia. 22 de mayo de 2004. Fuji Finepix 205.
Resonadores de tortuga realizados por los Ayoreo de Bolivia. Chelonoidis carbonaria (Macho), (Santa Rosa de Yacuma, Beni). Museo de Artes Musicales, La Paz, Bolivia. 22 de mayo de 2004. Fuji Finepix 205.
Por otro lado, Bolivia dice ser la cuna del Charango (Potosí), instrumento de cuerdas que al parecer, originaria y lamentablemente utilizaba como caja de resonancia el caparazón de un quirquincho andino (Chaetophractus nationi), pero luego buscando diferentes nuevos sonidos, se buscó incorporar caparazones de tortugas de diferentes especies incluida Acanthochelys pallidipectoris. En este sentido, tanto los pobladores criollos del área chaqueña, como amazónica, siempre buscan materiales novedosos para hacer charangos y entre ellos lamentablemente el caparazón de diferentes especies de tortugas incluida A. pallidipectoris, C. chilensis, C. carbonaria, C. denticulata (Distintos pobladores com. pers. 2003, 2004, 2005). A la fecha tengo un registro fotográfico de charangos realizados con diferentes caparazones de tortugas, pero todavía no he podido fotografíar uno realizado con A. pallidipectoris.
Charango de tortuga realizado en Bolivia, en este caso de Chelonoidis carbonaria, del Maestro Tomás Fernández (1942). Museo de Artes Musicales, La Paz, Bolivia. 22 de mayo de 2004. Fuji Finepix 205.
Charango de tortuga realizado en Bolivia, en este caso de Chelonoidis denticulata, Museo de Artes Musicales, La Paz, Bolivia. 22 de mayo de 2004. Fuji Finepix 205.
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publicado el 04 febrero a las 15:51
solo tengo una duda, las tortugas que usan para hacer esto son de criadero o sacadas de su habitad natural?