La
epilepsia se asocia a alteraciones del comportamiento, incluyendo alteraciones
cognitivas, trastornos psiquiátricos y problemas sociales, que pueden repercutir
negativamente en la calidad de vida del paciente. Se ha descrito que la capacidad
de entender no sólo nuestros propios pensamientos, intenciones, creencias y
emociones, sino también los de los demás, puede verse afectada en los pacientes
con epilepsia, posiblemente debido a una disrupción de las redes neuronales que
mantienen esta función. Estudios previos han descrito que el uso de fármacos
antiepilépticos a largo plazo podría influir negativamente en la cognición
social en los pacientes con epilepsia. El acetato de eslicarbazepina actúa bloqueando los canales de sodio aumentando la inactivación lenta de los
canales de sodio voltaje-dependiente. Este fármaco además de controlar las
crisis, se ha demostrado que es muy útil, como estabilizador de los trastornos
de ánimo de los pacientes epilépticos.