El post para hoy era de otra índole totalmente distinta, pero como cada día soy peor fotógrafa, las fotos salieron realmente mal.
Así que aprovecho para cumplir mi promesa a mis amigos blogueros Dessjuest y Marga y me dispongo a contaros los usos que yo le he dado a los preservativos todos ellos alejados del sexo.
El preservativo tiene como función primordial ser una funda totalmente estanca, resistente y con una enorme elasticidad. Esas características hacen que sea un producto totalmente válido para múltiples usos. Pero lo que le convierte en el rey de los usos alternativos es el pequeño tamaño en que viene envasado. ¡es perfecto!. Cierto que su forma es poco discreta, pero claro algún defecto tenía que tener…
En algún comentario dije que le había dado 5 usos totalmente alejados del lógico para el que había sido hecho. Mentí. Haciendo memoria solo recuerdo 4 pero tranquilos, que para eso está San Google y los colegas blogueros que tienen que agudizar el ingenio para hacer entradas.
El primero de todos es el de globo en las despedidas de solteras. Ese es un clásico. Luego vino la variante con lucecita dentro ó como globos de agua pero el original es: se compran preservativos de diferentes tamaños, se inflan como si fueran globos y se ponen a modo de guirnalda. Se inicia el cachondeo general recordando a los novios anteriores mirando los diferentes tamaños de “globos”. Cuando llevas bebidas cuatro caipirinhas, los comentarios son realmente divertidos.
Otro de los usos ha sido como compartimiento estanco para el dinero cuando no querías dejarlo en el bolso en una playa abarrotada de gente y teniendo que estar pendiente de niños pequeños en el agua y a la vez vigilando el bolso. Coges el dinero, lo metes en un preservativo, lo cierras bien con un nudo y lo metes en esas bolsitas tan monas que tienen cremallera y velcro para las muñecas. Así puedes, bañarte tranquilamente sin estar sometida a la tensión de estar vigilando el dinero. Aunque parezca mentira nadie se fija en el chiringuito de donde sacas el dinero para pagar las tapas, os lo garantizo.
Un año se me estropeó un móvil en la playa por la arena. Cuando lo llevé al servicio técnico me dijeron que la arena era muy perjudicial para estos aparatos. Buscando en Internet cómo protegerlo de la arena me encontré que lo mejor era meterlo en dos preservativos primero uno y luego otro.
Lo probé y realmente funciona. Sobre todo cuando llevas esos bolsos de paja que son abiertos y la arena hace estragos dentro. eso sí, si te suena el teléfono es mejor que lo “desenfundes” antes de contestar.
El uso como tetina de biberón ya lo habéis leído en el post del Rata.
La verdad es que funcionó bastante bien y cumplió su cometido hasta que pudimos comprarle, a los dos días, un biberón de gatos.
Y claro yo había dicho cinco, pero solo recordaba cuatro. Así que me dispuse a buscar un uso original. Como podrán imaginar hay miles, desde los más divertidos hasta los más increíbles, pero hubo uno que me dejó totalmente alucinada. Yo me quedé ahí traspuesta mirando y mirando y no me podía creer lo aburrido que tiene que estar alguien para hacer semejante cosa. Eso ó que definitivamente tu inspiración para postear, te haya abandonado sin previo aviso y te haya enviado un requerimiento de divorcio. Así que me dije, sin duda el quinto uso, a pesar de no haberlo experimentado yo personalmente y de estar en inglés (no importa porque las fotos lo explican perfectamente) es éste.