Revista Deportes
Lamentablemente antaño era un suceso más cotidiano que ahora, y es que los tiempos cambian y muchas veces no para mejor. Nos encontramos con alguien en el rellano de nuestro edificio. Ambos caminamos hacia la puerta principal, uno la abre e invita al otro a pasar por delante de él en un acto de civismo. El otro, agradece el gesto educadamente pero declina la invitación ofreciendo a quien mantiene la puerta abierta que sea él quien pase. La duración de esta situación puede alargarse más o menos e incluso provocar que en un momento de confusión ambos decidan salir a la vez o peor aun, que un tercero proveniente de la calle se adelante. Pero al final siempre pasa alguien primero.Pues la Liga se ha convertido en un símil del ejemplo antes citado. Parece que nadie quiera ganarla, es decir que alguien tenga miedo a ser el primero en salir. El Barcelona abrió la puerta al Atlético cuando el sábado por la tarde concretó otro capítulo más en su particular diario de un ex equipo. Parece que por el vestuario culé fluyen los antidepresivos con la misma intensidad con la que lo hacen las fotos en las redes sociales. El conjunto blaugrana está literalmente roto, siendo la honestidad de su entrenador fiel reflejo de que está todo el pescado vendido.Luego llegó el Atlético de Madrid que mientras el Barsa le sostenía la puerta se negó a cruzarla o, mejor dicho, no pudo hacerlo. Los rojiblancos no tuvieron su mejor día y salvo sorpresa tendrán que ir a Barcelona a ganar el campeonato.Finalmente llegó el Real Madrid desde la calle, y viendo que ni Barsa ni Atlético se decidían a salir se vio en la ocasión de la temporada para, cuando menos, poner nervioso a todos. Pero hete tú que entre un Diego Alves que aguantó la embestida blanca y un ex-madridista llamado Parejo hacen que ya no sepamos quien sostiene la puerta a quien, quien viene de fuera y quien será el primero en cruzarla.Lo único claro es que como máximo en dos semanas, alguien lo tendrá que hacer.