Revista Belleza

Usted puede derrotar la depresión

Por Nelcyheidinger

USTED PUEDE DERROTAR LA DEPRESIÓNUSTED PUEDE DERROTAR LA DEPRESIÓN

Depresión se asemeja a la gripe por ser una afección muy común.

No obstante, la depresión es una enfermedad mucho más seria que la gripe.

La depresión puede incapacitar a quien la padece para trabajar, socializar normalmente con su familia y amistades y, peor aún, puede llevar a la muerte.

Una alarmantemente alta proporción de personas deprimidas se suicidan. Pero hay más.

La depresión es un mal que no solamente afecta nuestro estado de ánimo y nos quita la alegría de vivir sino que, entre otras cosas, se ha descubierto que es capaz de provocar cambios en la química de nuestro cuerpo que pueden afectar negativamente diversas partes de nuestro organismo, entre las cuales figuran el sistema inmunológico, las células del cerebro, el sistema cardiovascular y nuestros huesos.

A pesar de ser una aflicción tan común la depresión es poco entendida por la mayoría de las personas.

 Frecuentemente se piensa que quienes la padecen son débiles de carácter o que tal vez están fingiendo para eludir sus responsabilidades.

Esta misma ignorancia acerca de la depresión hace que muchas veces los parientes o amistades de la persona afectada digan y hagan cosas que, aunque bien intencionadas, en lugar de ayudar a ésta lo que consiguen es deprimirla aún más.

Recuerde que la depresión puede ser una enfermedad mortal.

Optimistas y Pesimistas

A pesar del moderno énfasis en la identificación de mecanismos biológicos y genéticos que expliquen el origen de la depresión, algunos psicólogos y estudiosos consideran que para entender ésta es necesario recurrir a numerosos factores de tipo psicológico y social.

Este enfoque no necesariamente es incompatible con el enfoque biológico. Hay que recordar que los eventos sociales impactan al ser humano a través de mecanismos psicológicos y estos mecanismos tienen su fundamento en las funciones del cerebro y en sus características biológicas.

Probablemente el más útil modelo psicológico para explicar la depresión es el desarrollado por Martin Seligman, profesor de psicología en la Universidad de Pennsylvania, y pasado presidente de la Asociación Psicológica Americana. Seligman comenzó sus investigaciones estudiando la reacción de unos perros ante un choque eléctrico.

Seligman empleó tres grupos de perros. A los perros del primer grupo se les daba un choque eléctrico del cual podían deshacerse con tan sólo apretar un panel con la nariz.

El segundo grupo recibió el mismo choque eléctrico que el primero, pero dependían de los perros del primer grupo para escapar. Sólo dejaban de recibir el choque eléctrico cuando un perro del primer grupo apretaba el panel ya mencionado.

En otras palabras, los perros del primer grupo eran los que tenían control de la situación. El tercer grupo no recibió choque eléctrico alguno. Una vez concluida esta parte del experimento, los perros fueron colocados en un cajón electrificado que tenía una pequeña barrera que los perros podían saltar para llegar al otro lado y así escapar del choque eléctrico.

Lo interesante fue que los perros pertenecientes al primer y tercer grupo, es decir los que habían tenido control de la situación sobre los choques eléctricos y los que no habían recibido choque eléctrico alguno, aprendieron en cuestión de segundos la forma de escapar y así lo hicieron.

Los perros del segundo grupo, por su parte no hicieron ningún esfuerzo para escapar del choque eléctrico, sino que sencillamente se acostaban y gemían. Habían aprendido a sentirse y comportarse como si estuviesen totalmente desvalidos.

Posteriormente Seligman y sus colaboradores demostraron que muchos seres humanos actúan de forma similar.

Seligman encontró que las personas que al igual que los perros del segundo grupo, actúan como si no tuvieran control sobre los eventos que afectan su vida, son más propensos a la depresión.

Lo importante parece ser lo que Seligman denominó el estilo explicativo, es decir la forma en que las personas se explican a sí mismas los sucesos que les acontecen. Seligman divide a las personas en dos tipos fundamentales, los optimistas y los pesimistas.

Segú n él somos optimistas por naturaleza. Sin embargo, diversas circunstancias pueden hacer que aprendamos a interpretar el mundo desde una perspectiva pesimista. Es importante señalar que el optimista no necesariamente esta más correcto que el pesimista en su apreciación de la realidad.

 Lo que hace la diferencia es que las personas optimistas interpretan la realidad de un modo que les proporciona mayor felicidad

Eliminando los pensamientos negativos que nos deprimen

“Aunque el mundo está lleno de sufrimiento, también está lleno de la superación del sufrimiento”
   Hellen Keller

La depresión ha sido tratada de diversos modos por psicólogos de distintas orientaciones.

A pesar de esta falta de uniformidad podemos decir que en términos generales, la psicoterapia busca resolver los conflictos subyacentes que pueden ser causantes de la depresión. Al mismo tiempo se intenta proveerle apoyo emocional al paciente.

En muchas ocasiones se emplea la psicoterapia conjuntamente con el tratamiento a base de antidepresivos. Numerosos estudios indican que ésta es una mejor estrategia que depender exclusivamente de medicamentos antidepresivos.

Los medicamentos alivian los síntomas rápidamente mientras que la psicoterapia enseña al o la paciente a manejar sus estados emocionales y controlar algunas de las situaciones causantes de estrés, que pueden servir de gatillo para disparar la depresión.

Cómo cambiar sus estilos de pensamiento

En otra parte abundamos acerca del descubrimiento de que hay ciertos estilos de pensamiento que parecen predisponer a las personas a la depresión. Siendo esto así, una forma efectiva de prevenir la depresión habrá de ser el cambiar nuestros estilos de pensamiento.

Se trata, en efecto de reentrenar nuestra mente cambiando los estilos de pensamientos pesimistas y catastróficos por otros más positivos. Algunas de las cosas que podemos hacer por nuestra propia cuenta para lograr esto son:

- Esté Alerta Contra los Pensamientos Negativos – Si obtuvimos una mala nota en un examen o si el jefe nos llamó la atención, pasa por nuestra mente automáticamente, sin que apenas nos demos cuenta que no servimos para nada o que nuestro futuro habrá de ser irremediablemente sombrío.

Si no retamos estos pensamientos y los sustituimos por otros, se convierten en un hábito, influyendo sobre nuestro estado de ánimo y nuestra conducta.

- Rete Esos Pensamientos Negativos – Es interesante observar cómo muchas personas piensan sobre si mismas. Se dicen cosas contra las cuales protestarían y por las cuales se sentirían ofendidas si se las dijera otra persona.

Cuando vengan a su mente pensamientos pesimistas y negativos, no les permita anidar en su mente sin cuestionarlos. Casi todas las cosas que nos suceden pueden ser interpretadas de diversas maneras.

 El pesimista tiende a escoger la interpretación más dañina para sí mismo(a), la que le dice que todo es por su culpa y que no puede hacer nada para remediarlo. ¿Por qué habría de hacer usted lo mismo? Piense en cuál es la evidencia para pensar así y cual es la evidencia contraria.

Seguramente encontrará en su vida numerosas situaciones en las que ha actuado de forma inteligente, competente y certera. Haga de éstas el centro de su atención y piense que si lo hizo bien en esas ocasiones, puede volver a hacerlo.

No haga de sus pequeños errores y dificultades una tragedia.

-Trate de Eliminar lo Negativo - Si usted se siente deprimido(a) y se dedica a leer en los periódicos sobre el más reciente crimen o catástrofe seguramente se deprimirá más.

Desafortunadamente los noticieros de radio y televisión, al igual que los periódicos, dan una mayor atención a los sucesos sangrientos o a las pugnas de tipo político, que a las noticias que presentan logros positivos.  

Todos sabemos que suceden cosas horribles y los medios de comunicación social tienen el deber de informarnos sobre las mismas. Ahora bien, también en este mundo suceden cosas buenas y el deber de informarnos sobre las mismas no debiera ser menor.

-Desarrolle Pensamientos Positivos – No basta con retar y eliminar los pensamientos negativos. Hay que sustituirlos por pensamientos positivos.

Tal vez se ha estado diciendo a sí mismo(a) “si no hago este trabajo perfectamente soy un fracaso” o “si no apruebo esta clase con las mejores calificaciones no sirvo para nada”.

Es preferible definir el éxito como “hacer lo mejor que yo pueda” en cualquier situación y no en términos de una meta extremadamente difícil o imposible de alcanzar.

- Recuerde Cosas Buenas – Si juzgamos por lo que dicen algunas personas pensaríamos que en sus vidas nunca les suceden cosas buenas.

La existencia de estas personas es un constante lamento y una continua remembranza de eventos desagradables y catastróficos. Ahora bien, es fácil ver que a otras personas les suceden cosas similares o incluso peores.

Sin embargo, esas otras personas lejos de lamentarse continuamente, hablan de las cosas agradables que les suceden o hasta del provecho o enseñanza que obtuvieron de los sucesos desagradables.  

Cuando nos dedicamos a recordar de forma preferente lo desagradable y a olvidar las cosas buenas, estamos echándole leña al fuego de la depresión. Así que cuando recuerde lo que le sucedió durante el fin de semana, en el trabajo, o durante el año anterior, haga un ejercicio.

Trate de recordar lo positivo. En el proceso muchas veces descubrimos que aun las cosas negativas que nos sucedieron tienen su lado bueno.

- Haga Algo por los Demás – Cuan difícil se hace en nuestra moderna sociedad pensar en los demás. ¿Cómo pensar en otras personas cuando apenas tenemos tiempo para pensar en nosotros(as)?

Sin embargo una de las mejores formas de sentirnos bien es ayudando a otras personas. Ayudar a otras personas nos permite darnos cuenta de nuestros talentos y capacidades.

También nos ayuda a comprender que otras personas tienen problemas y dificultades que muchas veces hacen palidecer los nuestros. Por otra parte, al ayudar nos sentimos útiles, lo cual es una de las mejores formas de aumentar nuestra autoestima y de sentirnos mejor con nosotros(as) mismos(as).

Así que, ayude a su pariente o vecino(a) enfermo(a), trabaje de voluntario(a) en una organización de ayuda, done sangre, etc. Pronto descubrirá que ayudar a los demás es una de las mejores formas de ayudarse a usted mismo(a).


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